El abogado colombiano Iván Velásquez, quien ejerce como jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), se refirió en una entrevista a radio Caracol que la corrupción en el sistema judicial colombiano es profundo y aseguro que se expanden más allá de los magistrados que han sido mencionados dentro del Cartel de la Toga.
Velásquez considera que “hay una profunda corrupción que tiene que ver también con la Fiscalía, la Corte Suprema y hasta bufetes de abogados”. Señala que estos casos son mucho más amplios de lo que ha ocurrido hasta el momento.
El exmagistrado colombiano habló sobre el trabajo del ex fiscal anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, sobre quien dijo que desde antes de llegar a ese cargo tenía una modalidad especial de litigar que consistía en que cuando tomaba un caso, “los testigos se retractaban e incluso llegaban a aceptar responsabilidad por haber sido inducidos a decir mentiras”. Acusó que en realidad lo que sucedía era que Moreno construía testigos falsos para tomar ventaja en los casos.
Ante la corrupción de que denuncia en Colombia, Velásquez señaló que en el país “sería saludable” tener una comisión contra la impunidad como la que él dirige en Guatemala. Afirmó que esta debería estar a cargo de personas extranjeras que permitan contribuir a través de las investigaciones con independencia y objetividad.
También hizo referencia a la integración de las salas de la Jurisdicción Especial para la Paz, y aunque admitió que no ha seguido de cerca el proceso, sí hizo una recomendación. Pidió que las concepciones de sus integrantes no incidan en los fallos judiciales ni en lo que determine este sistema.
En los últimos meses, el abogado colombiano se ha visto envuelto en una polémica después de que el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, lo declaró persona non grata e intentó expulsarlo del país. Manifestó que a pesar de eso sigue firme en su compromiso por luchar contra la corrupción en ese país y no teme por las amenazas hechas desde diferentes sectores.
Velásquez aseguró que no hay ninguna investigación en ese ámbito contra Morales pero sí contra su hermano y su hijo. Considera que eso, sumado a las presiones desde sectores que se han visto afectados, ha contribuido a la actitud del mandatario con respecto a su trabajo en la CICIG.
Velásquez llegó a Guatemala en 2013 por mandato de las Naciones Unidas y entre sus investigaciones llevó a la renuncia del presidente Otto Perez Molina.
Hace poco le retiraron la visa, pero se la volvieron a entregar la visa pero con el pedido de no meterse en los asuntos del Gobierno.
Señala que su mandato es encontrar la verdad. “Yo creo que tiene que ver con mi convicción una lucha por la justicia, aquí e Guatemala se ha abierto un espacio importante, la sociedad y el estado tienen esa ilusión que la lucha contra la corrupción sea exitosa”.
Señala que no teme por su vida: “son las necesidades del oficio, uno no debe pensar en esas dificultades con los riesgos personales, desde muchos episodios que sufrí en Colombia, si uno deja que los temores lo invadan conduce a inactividad, uno no debe pensar mucho en esas amenazas y los riesgos”.