La máxima condena para Gelbert Correa, de 60 años de prisión, fue pedida por el fiscal del caso durante la audiencia pública.
El hecho sucedió a las 11:30 de la mañana, en el barrio Villa Armerita, ubicado a las afueras de Fusagasugá, Cundinamarca.
Según las primeras versiones, el niño salió con rumbo a una panadería para comprar un yogurt, en compañía de una familiar, de 6 años, cuando el agresor apareció, al parecer, bajo el efecto de sustancias alucinógenas y gritando "que estaba viendo al demonio".
El hombre tomó un palo de escoba y le propinó un golpe al menor en la cabeza. Luego lo tomó por las piernas, le dio varias vueltas y lo lanzó contra el piso. No contento con el ataque, lo siguió golpeando de forma descarnada.
La sobrina que acompañaba a Jean Pierre sufrió varias contusiones en las piernas.
"No sabemos por qué lo atacó. Se volvió loco y empezó a golpearlo contra el suelo", relató Yuber Moreno, familiar de Jean Pierre.
Los hermanos del niño llegaron al lugar y, con la ayuda de un auxiliar bachiller de la Policía, llamaron a una ambulancia que condujo al niño a la sala de urgencias del Hospital San Rafael, de Fusagasugá, donde se le prestó la atención necesaria; sin embargo, el niño tuvo que ser trasladado a la Fundación Cardio Infantil, en Bogotá, pues en ese lugar estaba dañada la máquina para hacer los TAC. Ayer el menor murió.
El coronel Adán León Bermúdez, comandante (e.) de la Policía de Cundinamarca explicó que Gelbert Correa no era familiar de la víctima. Correa se desempeñaba como pintor y después de ser capturado por la Policía de Fusagasugá fue puesto a órdenes de la Fiscalía.
También, el fiscal del caso solicitó medida de aseguramiento en centro de reclusión, al considerar que es un peligro para la sociedad y por la gravedad del cargo: homicidio agravado.