La OCDE recortó sus proyecciones de crecimiento de la economía mundial debido "en gran parte a las perspectivas degradadas en varios países emergentes", en particular Brasil e India.
Según el informe anual de coyuntura de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Producto Interior Bruto (PIB) mundial crecerá un 2,7% este año, un 3,6% en 2014 y un 3,9% en 2015. Sus anteriores previsiones de mayo fueron de 3,1% de crecimiento en 2013 y de 4% en 2014.
"Las previsiones de crecimiento de la economía mundial se han revisado a la baja de manera significativa, en gran parte a causa de la degradación de perspectivas en varios países emergentes", apunta la entidad con sede en París.
Eso es particularmente notorio en el caso de dos gigantes emergentes, Brasil e India. En Brasil, la OCDE prevé un crecimiento de 2,5% en 2013 (frente a 2,9% en sus previsiones de mayo) y de 2,2% en 2014 (contra 3,5%).
El PIB brasileño había crecido en 2012 un 0,9%, lo que lleva a la OCDE a constatar que pese al empeoramiento de las previsiones, la economía brasileña "está saliendo de un periodo de lento crecimiento y se halla en vías de expansión".
En el caso de India, la OCDE proyecta un crecimiento de 3,4% en 2013 y de 5,1% en 2014, con una fuerte degradación frente a las previsiones de mayo (de 5,3% y 6,4% respectivamente). Para China, la revisión a la baja es mucho menor: 7,7% en 2013 (frente a 7,8%) y 8,2% en 2014 (8,4%).
La organización prevé además una desaceleración de la economía de Chile en los próximos meses debido a la caída de la demanda interna, y una fuerte recuperación de la economía de México en 2014 y 2015.
Chile y México son los únicos miembros latinoamericanos de la OCDE, una entidad de 34 países, pertenecientes en su gran mayoría al mundo desarrollado.
España, también miembro de la organización, en recesión desde hace dos años, da "señales" de estabilización, con la perspectiva de un "débil" crecimiento en 2014, pese a un devastador índice de desempleo superior al 25%, indica el informe.
La OCDE destaca un cambio de paradigma a nivel mundial: hasta ahora "los impulsos en las economías emergentes tenían efectos positivos en los países avanzados", golpeados por la crisis global, pero ahora "el entorno económico mundial podría ejercer de amplificador y de correa de transmisión de los choques negativos" procedentes de esos mismos países.
La organización extrae lecciones de la tormenta que padecieron las divisas de varios países emergentes ante la perspectiva del final de la política de estímulo monetario en Estados Unidos. El fenómeno "ha sido particularmente destacable en Brasil, India, Indonesia, Sudáfrica y Turquía, países cuyas necesidades de financiación externa son importantes, mientras China ha sido una excepción" y ha resistido mejor que los demás.
Ante esta situación de los países emergentes, la OCDE exhorta a la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) y al Banco Central Europeo (BCE) a ejercer un contrapeso. Por ello, en Estados Unidos, "las políticas monetarias deben seguir siendo flexibles durante un cierto tiempo", aboga la OCDE.
En la zona euro, el BCE, actualmente con su tasa directora en niveles mínimos (0,25%), "podría reflexionar sobre medidas suplementarias si aumentan los riesgos de deflación", anticipa el informe./AFP