El petróleo cerró el viernes a menos de 30 dólares por primera vez en 12 años en Nueva York, derribado por el inminente retorno de Irán a los mercados y las dudas sobre la demanda mundial.
El barril de "light sweet crude" (WTI) para febrero bajó 1,78 dólares a 29,42, su menor precio desde noviembre de 2003.
En la semana, el petróleo perdió 11% en Nueva York y acumula una caída de 20,5% desde el comienzo del año.
En Londres el barril de Brent, para entrega en marzo, cedió 2,09 dólares, a 28,94. Como en las dos últimas sesiones quedó por debajo del WTI y también por debajo de valores de febrero de 2004.
"Los agentes están anticipándose al retorno de Irán a los mercados, lo que ocurrirá en cuestión de días", dijo James Williams de WTRG Economics.
"La idea que domina es que las sanciones contra Irán (por su programa nuclear) serán levantadas durante el fin de semana", añadió.
"Si así fuera, el mercado recibirá un flujo adicional de medio millón de barriles diarios", advirtió Williams en base a declaraciones de funcionarios iraníes. "Eso es lo que reflejan los precios", dijo.
A las preocupaciones por las exportaciones iraníes, que engrosarán la sobresaturada oferta mundial, se suma la debilidad de la economía de China "que no aporta ningún dato positivo" cuando se acerca su anuncio sobre el crecimiento de 2015, comentó Williams.
El miedo al menor crecimiento de China, mayor importador mundial de crudo, es un factor que está lastrando los precios desde comienzos de año.
Algunos analistas creen que eso es lo que explica la debilidad mostrada esta semana por el Brent, el petróleo que se transa en Europa. En cambio, influye menos en el WTI porque es menos sensible a cuestiones internacionales.
No obstante el WTI sufre presiones específicas debido "temores cada vez más presentes de una recesión en Estados Unidos debido a sus malos indicadores y la debilidad de la economía mundial", dijo Mike Lynch, de la firma Strategic Energy & Economic Research. "Hoy eso preocupa mucho a los inversores en el mercado del crudo", aseguró.
Este viernes, decepcionantes datos de las ventas minoristas de Estados Unidos en diciembre y una fuerte caída de la actividad manufacturera en la región de Nueva York pesaron en el ánimo de los inversores, como lo mostró la fuerte baja registrada en Wall Street durante la jornada./AFP