El precio del petróleo subió fuertemente este miércoles en Nueva York, sostenido por el debilitamiento del dólar y el anuncio de una pequeña disminución de las reservas de crudo en la terminal de Cushing (Oklahoma, sur), la primera en cuatro meses.
Al cierre de la jornada, el precio del barril de "light sweet crude" (WTI) para entrega en junio ganó 1,52 dólares, cotizado a 58,58 dólares en el New York Mercantile Exchange (Nymex).
En Londres el barril de Brent para entrega en junio subió 1,20 dólares, a 65,84 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE).
Orientados a la baja en la apertura de la jornada, los precios aumentaron con el anuncio de que las reservas en Cushing habían caído en medio millón de barriles, a 61,7 millones de barriles, cuando venían incrementándose sin cesar desde fines de noviembre reforzando la sobreoferta.
Durante la sesión "estuvimos muy sostenidos por la evolución del dólar", que se situó pasajeramente en el nivel más bajo de los dos últimos meses, declaró John Kilduff, de Again Capital. El dólar barato favorece las compras de crudo, que se cotiza en la moneda estadounidense.
"Además, la tensión en Yemen y el reajuste en Arabia Saudita crean nerviosismo", también propicio al aumento de los precios, agregó Kilduff.
Phil Flynn, de Price Futures Group, destacó entre otras cosas que el ministro saudí del Petróleo, Alí al-Naimi, había perdido el cargo de presidente de la compañía Saudi Aramco. "Está el rey (de Arabia Saudita) descontento con Naimi por la caída de los precios? ¿Tiene algún desacuerdo sobre la forma de preparar el retorno del petróleo saudí? Continuará", agregó.
Pero globalmente el mercado se focalizó sobre todo en las reservas en Cushing, ya que "el mercado estaba preocupado porque la terminal fuera a llenarse al tope".
El informe del departamento estadounidense de Energía sobre el estado de las reservas globales del país también mostró que habían aumentado un poco menos de lo previsto, en unos 1,9 millones de barriles, mientras que los expertos preveían un incremento de 2,8 millones de barriles.
Esto ubica las reservas generales en 490,9 millones de barriles, es decir un récord desde noviembre de 1930, lo que hizo comentar a Kilduff que el mercado sigue bajo la amenaza de una corrección, dada la sobreabundancia de oferta y la débil demanda .
Por su parte, las reservas de gasolina aumentaron mucho más de lo previsto: 1,7 millones de barriles, contra 336.000 barriles previstos por los expertos.
Estas reservas son muy observadas tras el fin del invierno, Según Kilduff, "cuando comience el verano y se vea que las reservas de gasolina son más que suficientes para los desplazamientos en coche, habrá una presión a la baja" de los precios del crudo/AFP.