Peticiones de los cafeteros. Con este catálogo de exigencias, llevan hoy a un paro sin antecedentes a las seiscientas mil familias que derivan su sustento del café, industria con más pasado que futuro y que afronta una de las peores crisis de su historia:
1) Precio de sustentación.
2) Reestructuración de pasivos.
3) Recursos frescos para capital de trabajo con disminución de costos y requisitos de transacción.
4) Terminación de la importación de cafés de otros países.
5) Insumos de control de plagas y enfermedades, fertilizantes, maquinaria de beneficio y transformación libre de IVA, con créditos blandos.
6) Campañas de apoyo al consumo de café colombiano, ciento por ciento criollo, producido, transformado y comercializado por los cafeteros de verdad-verdad.
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Los que no acompañan el paro. El paro no encuentra dolientes como es obvio en:
1). El Gobierno, con el presidente Santos y sus ministros conservadores de Hacienda y Agricultura, los mismos que vivieron en mansiones, "trabagaron" y se educaron en Londres, Nueva York y Europa por cuenta de los paganinis cafeteros.
2). Los que hoy devengan cuantiosos salarios haya o no haya café, los mismos de la Federación con Genaro Muñoz y Gabriel Silva y sus amaestrados comités de cafeteros, esos mismos, con las mismas, que siempre tienen sus honorarios.
3). Los que hacen mal ambiente, diciéndole a la opinión que se trata de un movimiento con fines políticos, lo cual es inexacto.
4). Los que administran recursos ajenos y viven cual ladillas de unos cafeteros en ruinas.
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¿Quiénes marcharan?
1). Los cafeteros de verdad.
2). Los que sufren la angustia de pagar una nómina sin tener de dónde;
3). Los que no reciben el valor justo por producir cada grano que sale de sus cafetales.
4). Los recolectores que se quedan sin trabajo cada vez que una finca cafetera se diversifica o es abandonada por que sus dueños que quedaron en la cochina calle.
5). Los que dicen querer con todas sus fuerzas la actividad cafetera.
6). Los que sin egoísmo lo dieron todo para evitarle la ruina al país, convirtiéndose en fiadores sin plazos de nuestra economía, mientras los de la cúpula hacían de las suyas con flotas mercantes y aéreas con Bancos y Corporaciones fruto del sudor de sus cafeteros que hoy se mueren de física hambre con él árbol caído de los frutos de oro colombiano.
7). Los que fueron víctimas de los intereses bancarios y terminaron rematando sus fincas.