Con un debate sobre el estado del capitalismo y horas antes de ser inaugurado oficialmente por la canciller alemana Ángela Merkel, se abrió el foro económico mundial, en un ambiente de marcado pesimismo.
Desempleo, oportunidades para los jóvenes, los más afectados por la falta de empleo, desigualdad, competitividad o innovación marcaron la sesión de apertura de este foro que busca refundar el capitalismo.
Pero ese mismo capitalismo que ha llevado al mundo al desarrollo, en particular a Europa, lastrada ahora por la crisis de la deuda y a una profunda recesión, está siendo en cambio una ventana de oportunidades para el mundo emergente, con Brasil, China o India a la cabeza.
"Si fuéramos a Brasil, tendrían una visión muy diferente de dónde está el mundo, y si miras a la gente en las megápolis de India también sería muy diferente. Hay una discusión diferente dependiendo de dónde vives", recordó el consejero delegado de Alcatel-Lucent, Ben Verwaayen.
Para David Rubenstein, cofundador y director del fondo de inversiones estadounidense Carlyle --que acaba de recibir un dividendo de 134 millones de dólares al término de un excelente año para su firma--, lo que tiene que hacer Occidente es reconocer que "tenemos algunos problemas graves".
"Creo que tenemos tres o cuatro años para mejorar el modelo económico que tenemos y si no lo hacemos rápidamente habremos perdido la oportunidad de competir contra el capitalismo del mercado emergente o capitalismo de Estado", advirtió.
Sin embargo, Verwaayen recordó que la globalización significa que aunque los gobiernos tomen decisiones a nivel nacional, la "realidad es que la mayoría de las decisiones se toman a nivel regional o a nivel global".
"Tenemos que rediseñar el modelo" y "parar con la avaricia" que ha prevalecido en el sistema actual, exhortó Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Sindical Internacional (ITUC), tras recordar que hay más de 200 millones de personas sin empleo en el mundo y 45 millones que entran en el mercado laboral cada año.
Burrow acusó a los mercados financieros de "asesinar" a la economía real y acusó a los bancos de ser los "mayores matones del planeta".