La FIFA se manifestó "confiada" en el Mundial-2014 de Brasil a pesar de una huelga ilimitada en el metro de Sao Paulo que continuará el viernes por segundo día, afectando a millones de personas.
Estaciones cerradas, autobuses repletos, peleas entre usuarios y un tránsito descomunal: Sao Paulo amaneció el jueves sumergida en un caos a tan sólo una semana del partido inaugural del Mundial-2014.
El Mundial arrancará en el estadio Arena Corinthians, cercano a la estación de metro Itaquera que este jueves por la mañana fue escenario de actos de violencia de parte de los usuarios del metro, sorprendidos y molestos por la paralización.
"Nosotros en la FIFA tenemos confianza, el momento será festejado", dijo su presidente Joseph Blatter justamente en Sao Paulo.
Blatter afirmó ser "optimista" de que "después del puntapié inicial (del torneo) habrá una mejor atmósfera", en palabras que reflejan el clima de movilizaciones y protestas que ha inundado Brasil a medida que se acerca la Copa.
Profesores, policías, choferes, trabajadores "sin techo": una larga lista de movimientos y grupos aprovecha la enorme visibilidad de Brasil estos días para plantear sus reivindicaciones.
El secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, sostuvo por su lado que "el sentimiento del presidente Blatter y del comité organizador es: 'tenemos el control, no tenemos miedo de los próximos días'".
- Incidentes "lamentables" -
Los indignados pasajeros rompieron las rejas de entrada a patadas, agolpándose para entrar al contiguo sistema de trenes -que en algunas estaciones opera junto al metro-, pero que tampoco funcionaba en ese lugar debido a la huelga.
La presidenta Dilma Rousseff calificó de "lamentables" estos acontecimientos, consultada por periodistas en Brasilia.
En la estación, algunas personas pasaron incluso a las vías hasta que finalmente los empleados decidieron abrir las puertas para calmar el tumulto.
El metro es la principal vía de acceso al estadio mundialista en esta metrópolis de 20 millones de habitantes y transporta cada día en promedio a unos 4,5 millones de paulistas.
El secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho, pidió a los brasileños una "tregua cívica" para acoger a los visitantes que llegarán al país, así como a "despolitizar" la Copa del Mundo.
- Atascos récord -
Declarada tras el fracaso de negociaciones salariales, la huelga en el metro involucra parcialmente a tres de sus cinco líneas.
"Presentamos a la justicia un pedido para que declare abusiva esta huelga", declaró el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin.
El miércoles, la justicia había determinado que la operación del metro debía mantenerse en un 100% en las horas pico y 70% en el resto, bajo pena de multa en caso de que no se cumpla.
"Y este es el país de la Copa...", se quejó otra usuaria, apresurándose a entrar al tren.
Para facilitar los desplazamientos durante la huelga, la alcaldía autorizó a todos los vehículos a circular por las calles, en vez de alternar por matrículas pares o impares como sucede habitualmente.
Eso influyó en el embotellamiento récord de 209 km por la mañana, el mayor registrado en lo que va del año para esas horas.
El tránsito en la hora pico fue menos caótico que en la mañana.
Ya hace menos de dos semanas, una huelga de choferes de autobús en Sao Paulo provocó atascos en el tráfico y dejó a más de un millón de personas sin transporte.
- Aumento de dos dígitos -
En la reunión del jueves, el sindicato del metro de Sao Paulo rebajó su reclamo de reajuste salarial anual de 16,5% a 12,2%, pero no hubo acuerdo ya que el gobierno estatal ofrece un reajuste del 8,7%.
"La asamblea decidió seguir en huelga", dijo un portavoz del sindicato a la AFP.
Hace exactamente un año, Sao Paulo fue el punto de partida de la revuelta social histórica que sacudió a este país emergente de 200 millones de habitantes en plena Copa Confederaciones.
Dentro del calendario mundialista, la selección de Chile llega la noche del jueves a Belo Horizonte (sureste), sumándose a Australia, Croacia e Irán, que ya están en Brasil.
La Seleçao, en tanto, viajó desde su centro de entrenamiento en las montañas de Rio de Janeiro a Sao Paulo para enfrentarse el viernes a Serbia en su último amistoso antes de la Copa, confiada tras la goleada 4-0 asestada a Panamá el martes.