Indagaciones preliminares les inició la Personería Delegada para la Vigilancia Administrativa al Secretario de Salud Distrital y los gerentes de los hospitales de Meissen II, Tunal III, Bosa II, Kennedy III, Simón Bolívar III, Engativá II, Suba II y Usaquén I.

Los procesos se inicios con ocasión de la labor de veeduría que adelantó la Personería de Bogotá, en la cual se detectaron problemas delicados que afectan gravemente al usuario del sistema de salud que acude a los servicios de urgencias de los hospitales de la Red Pública Distrital.

Los servidores públicos deberán explicar dentro de las indagaciones disciplinarias las razones por las cuales el servicio de atención en urgencias evidencia una situación integral realmente deplorable.

La Personería, desde la noche del jueves inició un seguimiento a la atención en los hospitales de los niveles I, II y III para verificar la calidad de la prestación del servicio de urgencias en la red del Distrito. Durante las visitas pudo establecer graves deficiencias en los tiempos de atención a pacientes, deterioro y desaseo en las instalaciones, insuficiencia en el número de camas y camillas, trabas en la prestación del servicio de ambulancias, hacinamiento y falta de personal, entre otras.

Las visitas practicadas a los hospitales de Meissen, Bosa, Tunal, Kennedy, Engativá y Simón Bolívar, evidencian el déficit que atraviesan estos centros de atención en la ciudad, lo cual atenta contra el derecho a la dignidad y la salud y, por ende, el derecho a la vida de los pacientes.

Una de las mayores atenciones es porque el tiempo de atención se alarga entre el triage (varía, de acuerdo con el hospital, entre 15 minutos y dos horas aproximadamente); la atención médica (depende de la urgencia inmediata hasta 24 horas); los procedimientos médicos (entre 15 minutos y ocho horas); espera de resultados (entre dos y cuatro horas); segunda valoración médica para diagnóstico (entre dos y cuatro horas) y facturación (2 a 4 horas).