La organización Human Rights Watch acusó al presidente de Ecuador, Rafael Correa de usar leyes de injuria para perseguir a sus críticos, luego de que un tribunal condenara a prisión a un legislador opositor.

Correa "debería dejar el uso de leyes penales de difamación para atacar a sus críticos", señaló HRW en un comunicado.

"El enjuiciamiento y condena del legislador opositor José Clever Jiménez y dos sindicalistas por difamar al presidente viola sus derechos a la libertad de expresión bajo la ley internacional de derechos humanos", continuó la organización.

El director para América de HRW, José Miguel Vivanco, denunció que Correa "ha sido claro en que está dispuesto a perseguir a cualquiera que lo critique", pero advirtió que en el caso de Jiménez, "su abuso de poder para suprimir a quienes ve como enemigos alcanzó niveles alarmantes", dijo citado en el documento.

Jiménez (del partido indigenista Pachakutik) y su asesor Fernando Villavicencio fueron condenados por la Suprema Corte de Justicia ecuatoriana a 18 meses de cárcel y a indemnizar con unos 147.000 dólares a Correa, sin que el Parlamento haya levantado la inmunidad del congresista.

Un copartidario de Jiménez también deberá pagar la "reparación económica" a Correa, equivalente a 21 meses de sueldo del mandatario.

HRW estima que las leyes de difamación son una respuesta "desproporcionada e innecesaria" para proteger la reputación de las personas y viola las protecciones a la libertad de expresión contempladas en la Convención Americana de Derechos Humanos, de la que Ecuador es país signatario, indicó el comunicado.

En agosto de 2011 ante la justicia, Jiménez acusó al gobernante de delitos de lesa humanidad al sostener que fingió un secuestro durante una rebelión policial, que el jefe de Estado denuncia como una intentona golpista y de magnicidio.