A LA conocida barbarie de ejecuciones, decapitaciones y cruentos combates cometidos por los yihadistas del Estado Islámico, han sumado la “guerra” contra el patrimonio arqueológico y cultural de emblemáticos sitios, causando una irreparable pérdida para la humanidad.
En la retina mundial permanece “vivo” el video con el que los yihadistas mostraron la destrucción de estatuas en la localidad iraquí de Nimrud y, ahora se teme repitan a demencial acción en Palmira, la joya arqueológica ubicada en el desierto sirio.
Conocida como “perla antigua del desierto” alberga columnas romanas, templos y torres funerarias, vestigios de un brillante pasado y, por tanto, patrimonio histórico de la humanidad.
El Estado Islámico está en las “goteras” de Palmira, a solo un kilómetro y repele la ofensiva que por tierra y aire lanzó el gobierno sirio para frenar su indetenible avance. El mismo, que paralelamente logran en territorio iraquí donde se confirmó que ya controlan la mayor parte de Ramadi, la capital provincial en el oeste del país.
El parte de “guerra” y alerta temprana sobre el riesgo que corre Palmira lo entregó Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña. "Los yihadistas se encuentran ahora a un kilómetro del sitio arqueológico de Palmira. El régimen (sirio) ha enviado refuerzos a la ciudad y la aviación está bombardeando los alrededores de Tadmor", el nombre de la ciudad en árabe ", afirmó.
"Estamos muy preocupados" afirmó la directora general de la Unesco, Irina Bokova, en Beirut, que inscribió en 1980 el sitio en la lista del patrimonio de Humanidad.
"Monitoreamos la situación porque es un sitio antiguo romano, de mucho valor", añadió, tras renovar su pedido "a todas las partes" a respetar el lugar.
Según el OSDH, los combates se desarrollan al norte, el este y el sur de la ciudad, y han muertos 138 combatientes, entre ellos 73 soldados y 65 yihadistas.
En los pueblos situados cerca de Palmira, de los que el ejército se ha retirado, el EI ejecutó además a 26 civiles, diez de ellos por decapitación, "por colaboración con el régimen", según el Observatorio.
El gobernador de la provincia de Homs (centro), del que forma parte este oasis situado en pleno desierto, afirmó en cambio que la situación está "bajo control".
"El ejército envió refuerzos y la aviación está bombardeando posiciones" del EI, indicó Talal Barazi.
En los últimos días, el EI tomó todos los puestos del ejército situados en la carretera entre Palmira y la localidad de Al Sujna, a unos 80 km.
El director de Antigüedades y de los museos sirios, Maamun Abdelkarim, llamó a la comunidad internacional a movilizarse para impedir una eventual destrucción de Palmira, lo cual sería "una catástrofe internacional", según dijo.
Reliquias del siglo I A.C.
La antigua ciudad de Palmira está situada a 210 km al noreste de Damasco. Bautizada como la "perla del desierto", inscrita por la Unesco en el patrimonio mundial de la humanidad, es un oasis cuyo nombre apareció por primera vez en una tableta hace 4.000 años, y que fue lugar de tránsito de las caravanas entre el Golfo y el Mediterráneo, así como una etapa en la Ruta de la Seda.
Palmira (Ciudad de las Palmeras) conoció un notable auge con la conquista romana, a partir del siglo I antes de Cristo.
Fue un lugar lujoso y exuberante en pleno desierto, gracias al comercio de especias y perfumes, de seda y de marfil. En el año 129, el emperador romano Adriano la convirtió en ciudad libre y tomó el nombre de Adriana Palmira. Fue en aquella época cuando fueron construidos los principales templos, como el de Bel, o el Ágora.
La trinidad integrada por el dios babilonio Bel, equivalente de Zeus, de Yarhibol (el Sol) y Aglibol (la Luna) era venerada en esta ciudad antes de la llegada del cristianismo en el siglo II después de Cristo.
En el siglo III, aprovechando las dificultades del Imperio Romano, la ciudad se convierte en reino, y la bella Zenobia en su reina.
En 270, Zenobia conquista toda Siria, una parte de Egipto y llega incluso a Asia menor. Pero el emperador romano Aureliano reconquista la ciudad, Zenobia es conducida a Roma, y Palmira conoce su declive.
Antes del inicio de la crisis en Siria en 2011, más de 150.000 turistas visitaban la ciudad de las 1.000 columnas, con sus estatuas y su formidable necrópolis de 500 tumbas, donde los ricos palmiranos construyeron una serie de monumentos funerarios suntuosamente decorados, muchos de los cuales han sido recientemente saqueados.
El más bonito lugar de Siria exhibe los estigmas -caída de columnas y capiteles corintios- dejados por los combates que libraron entre febrero y septiembre de 2013 los rebeldes y el ejército.
Avance yihadista en Irak
Entre tanto en Irak, el grupo yihadista se apoderó del principal complejo gubernamental en Ramadi, informó el propio EI y las autoridades iraquíes.
"Daesh (acrónimo árabe del grupo EI) ocupa ahora el complejo gubernamental en Ramadi e izó su bandera en el cuartel general de la policía para Al Anbar", señaló un alto mando de la policía que pidió el anonimato.
El EI, sunita, difundió un comunicado en el que afirma que sus combatientes "tomaron por asalto el complejo gubernamental en el centro de Ramadi, mataron a los renegados e hicieron estallar los edificios de la gobernación del Al Anbar y del cuartel general de la policía safávida", antes de tomar el control del complejo.
"Safávida" es un término que designa a una antigua dinastía iraní y que usa actualmente de modo peyorativo el EI, sobreentendiendo un vínculo entre las fuerzas gubernamentales y las fuerzas de seguridad del actual gobierno de Irán, un país mayoritariamente chiita.
El grupo yihadista designa como "renegados" a los combatientes de tribus sunitas aliadas del gobierno./EL NUEVO SIGLO con AFP