Los principales agresores de periodistas siguen siendo los grupos armados, pero no solo los ilegales. Además, desde la legalidad, se insiste en estrategias jurídicas para callar la prensa.
Esa es una parte del panorama planteado en el informe sobre la situación de Derechos Humanos en el ejercicio periodístico en el primer semestre de 2012, elaborado por la Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper), afiliada a la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC) y a la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y que agrupa a más de 1.200 comunicadores en 29 organizaciones regionales de 21 Departamentos.
Dice el informe que Fecolper “estableció que se incrementó el número de homicidios, la persistencia de los grupos al margen de la ley, seguidos de la Fuerza Pública” y constató “la reaparición del secuestro por parte de la guerrilla y la vulnerabilidad de las emisoras comunitarias”, hechos que “marcaron la atmósfera de agresiones a la libertad de prensa durante el primer semestre de 2012 en el país”.
“Las sistemáticas amenazas y la reaparición de los secuestros contra periodistas, muestran la tendencia de los grupos armados a vincular a los comunicadores al conflicto armado interno”.
Además, sostuvo Fecolper, “tres homicidios, dos secuestros y 64 agresiones, reseñan panorama oscuro para la prensa en 2012”.
Agresiones
“Comparado con el mismo periodo del año anterior, en el primer semestre de esta vigencia se presentó una disminución del 44 por ciento en las agresiones a la prensa, al pasar de 114 casos documentados en 2011 a 64 casos en 2012, reducción que si bien puede parecer alentadora también es cierto que puede obedecer a que en este lapso de tiempo no se realizaron elecciones, procesos que siempre han sido un factor que incrementa los ataques contra periodistas”, se lee en el informe de Fecolper.
Homicidio
En la primera mitad de 2012, tres periodistas fueron asesinados y otro sobrevivió a un atentado.
El 15 de marzo fue asesinado Argemiro Cárdenas, miembro del Comité Consultivo de Radio Comunitaria del Ministerio TIC, director de la Red Radial Cafetera y de la Emisora Comunitaria Metro Radio 92.1 FM, de Dosquebradas, Risaralda. “Dos hombres le propinaron cuatro disparos con arma de fuego”, precisó Fecolper.
El 29 de marzo fue asesinado Jesús Martínez, vinculado al noticiero La Verdad, de la emisora comunitaria La Nueva, en Sabanalarga, Atlántico.
El 27 de mayo fue asesinado Yamit Bailarín, indígena embera coordinador del colectivo de comunicaciones en el resguardo Jaikerazabi, en Mutatá, Antioquia.
“Por otra parte”, reseñó Fecolper, “el 15 de mayo, Fernando Londoño, director del noticiero La Hora de la Verdad y ex ministro del gobierno de Álvaro Uribe, fue víctima de un atentado en la ciudad de Bogotá. Según fuentes oficiales, la autoría de este atentado corresponde a la guerrilla de las Farc”.
Secuestro
“El 28 de abril, mientras cubría un operativo militar, el periodista francés Romeo Langlois” fue secuestrado por las Farc. “Su retención, según el grupo armado ilegal, obedeció al uso por parte de Langlois de prendas militares. Durante más de un mes el periodista estuvo en poder de las Farc, quienes lo liberaron ante una comisión humanitaria”, recordó el informe.
Aún está en poder del Eln la periodista Élida Parra, secuestrada el 24 de julio en Saravena, Arauca.
Aunque el grupo guerrillero atribuyó el secuestro “al trabajo desarrollado por la comunicadora en el Oleoducto Bicentenario”, Parra “también conduce un programa radial en una emisora local, donde promueve la defensa de los derechos de la infancia”. El reclutamiento de niños es uno de los peores crímenes de todos los grupos armados en Colombia.
Amenazas
Según Fecolper, “de las 14 amenazas registradas, 7 están directamente relacionadas con el conflicto armado interno. Tres tienen origen en las acciones de los grupos paramilitares, dos provienen de la Fuerza Pública, dos son atribuidas a la guerrilla de las Farc”.
Ataques contra instalaciones de emisoras
Fecolper registró cómo “las radios comunitarias indígenas caucanas Voces de Nuestra Tierra en Jambaló y Nasa Estéreo de Toribío, Emisora Oriente Estéreo en Cali, Valle, y Emisora Nueva Era en Algeciras, Huila, fueron víctimas de ataques contra instalaciones”.
Mientras la antena de Voces de Nuestra Tierra fue destruida la noche del 3 de julio de 2012, Nasa Estéreo debió dejar “de emitir su programación debido a los constantes combates entre el Ejército y la guerrilla cerca de su sede”.
“La emisora comunitaria Oriente Estéreo en Cali, Valle, fue destruida por un grupo de jóvenes que inicialmente tuvieron enfrentamientos con la Policía. Las directivas de la emisora decidieron suspender la programación y cerrar el medio de comunicación”, publicó Fecolper.
Regiones
Según el estudio, “los departamentos más peligrosos para el ejercicio del periodismo” fueron Cundinamarca, con 20 por ciento de los casos, Atlántico (13 por ciento), Antioquia (10 por ciento), Tolima (10 por ciento) y Arauca (7 por ciento).
Agresores
“Durante el primer semestre del 2012 los principales agresores de periodistas son los grupos guerrilleros responsables del 17,6 por ciento de las agresiones a la libertad, seguido por la Fuerza Pública con el 14,7 por ciento de los ataques contra periodistas y en este análisis, los grupos paramilitares/Bacrim pasaron del primer lugar durante el 2011, al cuarto lugar en el primer semestre de 2012, siendo responsables del 11,8 por ciento de las agresiones”, de acuerdo con el informe de Fecolper.
“Entre tanto”, agrega el documento, “en el 35,6 por ciento de los casos los responsables aún no han sido identificados plenamente, pero, excepto en una, las demás denuncias hacen referencia a comportamientos irregulares de la Fuerza Pública o de autoridades administrativas”.
Fuerza Pública
Para Fecolper, “las amenazas contra periodistas que cubren operativos legales o informan sobre conductas irregulares de la Fuerza Pública, reflejan el alto grado de intolerancia de los uniformados frente a la labor periodística, a la vez que refuerzan el crucial papel de los comunicadores en la denuncia por violaciones a los Derechos Humanos”.
Tras mencionar casos específicos, Fecolper anotó que “generalmente la Fuerza Pública se limita a pedir excusas, pero no se adelantan investigaciones disciplinarias porque los periodistas no denuncian por temor a futuros hostigamientos en su labor”.
Censura indirecta
“Las condiciones laborales para el ejercicio del periodismo en Colombia y las aparentes presiones externas para el cierre de medios de comunicación, significó el final de dos programas, uno radial en el departamento del Meta y otro televisivo en Quindío. Los programas se caracterizaban por su estilo crítico, especialmente frente a la administración pública. Las directivas de la emisora y del canal de televisión decidieron terminar los programas”, reveló Fecolper.
Acoso judicial
“La ratificación de la condena contra el periodista Luis Agustín González marca un preocupante precedente judicial en contra de la libertad de expresión”, indicó Fecolper.
González, recordó la organización en su informe, “fue condenado penalmente por expresar su opinión sobre las aspiraciones políticas de la exgobernadora” cundinamarquesa Leonor Serrano.