Perdimos a otro grande del periodismo: Orlando Pión | El Nuevo Siglo
Lunes, 19 de Diciembre de 2011

Las afecciones coronarias y respiratorias lamentablemente dieron “la estocada” a un gran hombre, compañero, amigo y pionero del periodismo taurino colombiano: Orlando Pión Noya.

Conocido ampliamente en el mundo periodístico, este abogado se destacó por ser un habitual cronista de dos de sus grandes pasiones: la política y los toros.
Desde hace años se fijó como meta - la cumplió y mantuvo hasta hoy- de divulgar semanalmente las actividades del arte taurino, ya que en los medios de comunicación éstas sólo se convierten en noticia cuando son las tradicionales temporadas, tanto en España como en Colombia.

Por eso, Orlando creó y mantuvo en EL NUEVO SIGLO desde hace más de una década una página semanal, desde donde no sólo hacía crónica sino que se convirtió en un verdadero impulsor de los jóvenes que incursionaban en este difícil arte así como de las ganaderías o criaderos de raza brava.

Luchador como ninguno, se sometió meses atrás a una cirugía de corazón, pero ello no fue impedimento para que al poco tiempo retomara su actividad periodística. Inquieto como siempre, desde estas páginas comenzó a escribir sobre la preparación de la temporada nacional y estaba afanado por las “acreditaciones” que debía entregar para cubrir, como sagradamente lo hizo durante la mitad de su vida, las corridas en Cali, Manizales, Cartagena y Bogotá.

También sin pausa, “religiosamente” mantuvo cada viernes el envío de “mi página de toros” como con emoción y afecto llamaba a su escrito semanal. Precisamente su última colaboración es la que publicamos a continuación y que llegó a este diario el viernes en la mañana, pocas horas antes de que el Señor lo llamara a su gloria.

Nacido el 12 de junio de 1930 en Magangué, Bolívar, Orlando realizó su actividad periodística en los diarios La República, El Espacio y EL NUEVO SIGLO. En la radio su voz se escuchó en Todelar, donde hizo pareja con otro de los decanos del periodismo taurino, Hernando Espinosa y Bárcenas, fallecido el pasado 30 de noviembre.

Su pasión por los toros lo llevó a fundar la Asociación Colombiana de Cronistas Taurinos, " Crotaurinos, organización que se caracteriza por dar una lucha sin cuartel contra las crecientes pretensiones de acabar con la fiesta brava, pese a que la Corte Constitucional la declaró patrimonio nacional.

Le sobreviven sus hijos María del Pilar, Carlos Alberto y Sandra, a quienes les hacemos llegar nuestros sentimientos de solidaridad y aprecio. Se ha ido otro grande del periodismo. Desde la Eternidad, nuestro gran amigo, compañero y maestro, seguirá viendo los toros desde la barrera.