Un reiterativo mensaje para que en la distribución de incentivos se priorice a los pequeños campesinos, fue lanzado por el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) justo en momentos en que el debate de la inversión extranjera vuelve a ponerse sobre la mesa.
La gerente General del Incoder, Miriam Villegas, aseguró que para ello es necesario combatir el rechazo de algunos sectores para que las empresas extranjeras inviertan en el país.
En su opinión, la entidad “está convencida de que los incentivos del Gobierno deben ser para los pequeños campesinos” por lo que “en zonas donde no hay condiciones, no puede meter a un campesino porque no le va a ser rentable”.
Por ello, “el país no debe rechazar la inversión privada, pero este debe ser un ejercicio responsable”, agregó al enfatizar en que en dicho proceso “hay que tener en cuenta los impactos locales de las inversiones”.
También aclaró que en el desarrollo del ejercicio, el Estado debe garantizar los derechos de los campesinos y solucionar de manera inmediata “las tensiones de la tierra que siempre han existido en Colombia”.
Defensa de extranjerización
A su turno, el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, apoyó lo dicho por la funcionaria al indicar que “el Gobierno no le va a cerrar la puerta a la inversión extranjera siempre y cuando sea controlada”.
Restrepo resaltó que “el valor agregado y social de una hectárea de agricultura promedio es 12 veces mayor que una hectárea con ganadería extensiva”.
También lamentó que en Colombia no haya “un catastro actualizado que nos permita saber cuántos baldíos hay en todo el país ni hay un censo agrario en las últimas cuatro décadas”.
El Ministro comentó que la inversión extranjera en el campo no excede el 2 por ciento del territorio. “El grueso de la inversión extranjera está en bancos y servicios”, señaló.
Precisamente, el Banco de la República divulgó recientemente que la Inversión Extranjera Directa (IED) de los servicios financieros y empresariales “creció 326,2% en 2012 cuando se registraron US$1.722 millones frente a los US$404 millones en 2011. En total, en el año pasado entraron US$15.823 millones”.
Contraposición
De otro lado, el senador Juan Lozano, enfatizó que hace falta una norma que regule y controle los distintos aspectos de la compra y el uso de tierras por parte de los extranjeros.
Las declaraciones se dieron en el marco del foro Territorio, extranjerización y acaparamiento de la tierra, recientemente realizado en Bogotá.
Según el senador, de 114 millones de hectáreas que existen en Colombia, solo cinco se utilizan para la agricultura.
Opinión que fue apoyada por Jhenifer Mojica, subgerente de Tierras Rurales del Incoder, quien expuso que para hablar de inversión extranjera en el país es necesario solucionar problemas internos que afectan la propiedad de la tierra en el país.
Entre otros inconvenientes, nombró la informalidad de la propiedad, el conflicto armado, los títulos ilegales de propiedad, la falta de titulación y la violación de categorías ambientales.
“Este es un país rural, así no lo parezca. Y el problema de la concentración de tierras ha estado siempre en nuestra historia”, apuntó Mojica.