La reforma de las pensiones que figura dentro de los objetivos primordiales del actual Gobierno, parece que ya no será una realidad en esta legislatura, dados la actual coyuntura política y la importancia de otras reformas que hoy se discuten, teniendo como eje principal el proyecto del nuevo modelo de salud.
A pesar del optimismo del ministro de Trabajo, Rafael Pardo, quien ha afirmado que todavía hay tiempo para adelantar la reforma, lo cierto es que el país todavía no sabe cuál será el proyecto que el Gobierno va a presentar al Congreso.
Este hecho, sumado a la coyuntura preelectoral tanto para el Congreso como para las presidenciales, parece no dar tiempo suficiente para discutir una reforma de pensiones que debe atacar todos los problemas del sector, como lo son la enorme carga fiscal, las jubilaciones mínimas y la modificación en la edad tanto para el hombre como para la mujer.
Entre las razones que esgrimió la cartera de Trabajo cuando empezó a socializar el borrador del proyecto, es que se iba a proponer “un sistema estructural que proteja a todos los trabajadores, basado en tres ejes: más cobertura, más igualdad y que no quiebre el sistema”.
Uno de los argumentos del Ejecutivo, era que el “nuevo modelo de protección para la vejez ya está en marcha; con la creación de Colpensiones nos modernizamos y nos ponemos al día en el servicio al usuario y aseguramos la permanencia del Régimen de Prima Media como sistema de pensiones para los trabajadores formales”.
Sostiene el Gobierno que el propósito es que todos los trabajadores formales e informales puedan contar con un ingreso al llegar a la edad de jubilación o retiro, bien sea mediante una pensión o un apoyo del Estado.
El anteproyecto busca que el Régimen de Prima Media, que es administrado por el Estado, y el Régimen de Ahorro Individual, que lo administran los fondos de pensiones privados se complementen y articulen entre sí. Lo que permite que la competencia entre los dos se termine.
De esta manera, todos los trabajadores formales recibirán el mismo subsidio que el Estado les otorga en las pensiones porque cotizarán sobre la base del salario mínimo en el Régimen de Prima Media.
Quienes puedan cotizar por encima de ese monto, sus aportes se harán en el Régimen de Ahorro Subsidiado con Solidaridad, RAIS, a través de los fondos privados de pensión.
De esta forma todos los colombianos recibirán el mismo subsidio a su pensión y no lo que pasa ahora que quienes más cotizan más subsidio reciben. Esto hace un sistema con más igualdad.
La desigualdad
De acuerdo con las más recientes cifras del Ministerio de Trabajo, de las 5,4 millones de personas en edad de recibir pensión, 1,6 millones cuentan con ella, es decir, solo el 30 por ciento.
Esta situación refleja un panorama poco alentador para las personas mayores si se tiene en cuenta que muchas de ellas ven afectada su calidad de vida por no contar con un respaldo económico que les permita asegurar unas buenas condiciones de salud, vivienda, alimentación e independencia durante su vejez.
De igual manera, y a pesar de que durante el año 2012 se registraron los niveles más bajos de desempleo de los últimos 11 años en el país, lo cierto es que aún no se logra descender del 10 por ciento, lo que causa baja cobertura en la afiliación al sistema de protección social; y si además contamos con que el 68 por ciento de la población trabaja de manera informal, es decir no aporta ni a salud ni a pensiones, se reduce aún más el número de personas con expectativas de pensionarse.
De acuerdo con Lina María González, médica psiquiatra con trabajo en adulto mayor y consultora del tema para la Fundación Saldarriaga Concha, “la situación actual nos lleva a la necesidad de educar a la sociedad en torno al envejecimiento y a la vejez como realidades propias y frente a las cuales no tenemos, en muchas ocasiones, claridad de las mismas, por lo que no generamos acciones tendientes a asegurarnos un envejecimiento exitoso y por ende una vejez activa, saludable y segura”.
Sistema insostenible
Todo sistema pensional para ser efectivo debe contar con reservas y una parametrización dinámica. En la actualidad, el sistema pensional no cumple ninguna de las dos, puesto que a pesar de que existen dos regímenes: el de Prima Media (RPM) y el de Ahorro Individual con Solidaridad (RAIS), ninguno de los dos garantiza la cobertura, equidad y sostenibilidad que, según el Ministro Pardo, son los tres problemas fundamentales que presenta el panorama pensional, lo cual hace necesaria una reforma.
Otro elemento en contra es la informalidad laboral, es uno de los más grandes obstáculos para poder construir un régimen pensional efectivo. Es por ello, que Santiago Montenegro, presidente de la Asociación Colombiana de Administradores de Fondos de Pensiones y Cesantías, Asofondos, hace un llamado a la sociedad: “Hay que hacer un esfuerzo enorme por formalizar a los trabajadores, esto debe ser tomado como un reto que debemos realizar como sociedad y como una responsabilidad de todos”.
La baja cobertura en el número de personas cotizantes, pensionados y en expectativa de pensionarse, sumado al desempleo, hace insostenible el sistema pensional. Este panorama es preocupante teniendo en cuenta que la proporción de personas mayores viene en crecimiento lo que invita a que como sociedad se haga una reflexión profunda en torno al tema.
De acuerdo con Lina María González, “En Colombia, las cifras del DANE muestran que para el año 2020 habrá alrededor de 6.500.000 personas mayores, lo que marcará un crecimiento del 34,4 por ciento con respecto a 2012. Esta situación, evidencia claramente que en el país la proporción de personas mayores aumenta apresuradamente con el tiempo y que en menos de 7 años seremos un país envejecido”.
La otra visión
Fedesarrollo argumenta que los avances logrados en el régimen pensional colombiano tras la Ley 100 de 1993 no han sido suficientes para enfrentar sus tres principales debilidades, relacionadas con la sostenibilidad financiera, la cobertura y la equidad.
Un primer problema del sistema pensional colombiano es la insolvencia en su financiamiento a largo plazo. El sistema hacia 1990 se concebía sostenible contando con 13 contribuyentes por cada pensionado, pero hoy esta relación es de tan solo dos contribuyentes por pensionado, en parte por el cambio demográfico que se ha venido gestando en el país. La carga fiscal del Régimen de Prima Media (RPM), además, se ha intensificado como consecuencia de la fuerte movilidad de los trabajadores del Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad (RAIS) al RPM en las últimas etapas de la vida laboral, cuando dicho traslado garantiza el acceso a mayores subsidios estatales.
La situación actual no es alentadora porque el respaldo que tiene el régimen público para financiar las pensiones sólo proviene del 30% de los cotizantes activos (7,7 millones), situación que lleva a desembolsar del presupuesto nacional unos 24,2 billones de pesos por año para el gasto en pensiones.
Si bien con las reformas recientes se ha disminuido el déficit actuarial del sistema de pensiones, ello ha sido posible por la reducción de la cobertura del sistema hacia el futuro.
De alguna manera, la sostenibilidad financiera del sistema se sustenta en que una muy baja proporción de la población trabajadora actual tenga perspectivas de acceso a pensiones en su vejez, lo cual resulta a todas luces insostenible desde una perspectiva de desarrollo social.
En efecto, la insuficiencia de cobertura es un segundo problema que ha acompañado el sistema pensional colombiano. Las cifras son alarmantes y pueden agravarse de manera dramática en el futuro. La relación entre las personas que logran pensionarse y la población total que tiene la edad para hacerlo a junio de 2012 se encontraba tan solo en 30,1%.
En los próximos años este indicador podría reducirse por debajo del 10% dado que el porcentaje de ocupados que cotiza a pensiones se encuentra alrededor del 30% y, entre los que cotizan, cerca de un 30% lo hace en condiciones de montos y regularidad que serán suficientes para cumplir los requisitos legales para obtener una pensión.
La inequidad
El tercer gran problema del régimen pensional colombiano es su inequidad, la cual se refleja en tres aspectos claves: i) El primero es que gran parte de los subsidios a las pensiones son obtenidos por la población con los ingresos más altos. Ejemplo de ello es que actualmente un ciudadano que cotiza 1 SMLV bajo el RPM recibe un subsidio de 87,6 millones de pesos, mientras quien realiza aportes sobre una base de 10 SMLV recibe 428,3 millones. ii) El segundo aspecto se relaciona con la dificultad que enfrentan los trabajadores de menores ingresos -en particular aquellos que pasan porciones importantes de sus vidas laborales en el sector informal-, para reunir los requisitos necesarios para acceder a una pensión.
En efecto, cada año llegan a la edad de jubilación cerca de 305 mil trabajadores, de los cuales solo 158 mil solicitan su pensión, porque los demás consideran que no alcanzan a cumplir los requisitos. De aquellos que presentan la solicitud, únicamente 68 mil cumplen con la totalidad de las exigencias. iii) El tercer aspecto tiene que ver con la persistencia de regímenes especiales que favorecen a los grupos sociales de mayor poder en el país. Aunque el Acto legislativo 01 de 2005 realizó un esfuerzo por eliminar gran parte de estos regímenes especiales, la falta de claridad en torno al período de transición ha permitido que sigan existiendo muchos de ellos.
La pensión familiar
El Ministerio de Trabajo ha planteado dos mecanismos complementarios para aumentar la cobertura: la pensión familiar y la cotización retroactiva. La pensión familiares una alternativa de subsistencia económica de una pareja de esposos o compañeros permanentes que por cuenta de la cotización que cada uno hace por separado no logran cumplir los requisitos para pensionarse. Tiene su origen en la Ley 1580 de 2012, en donde se estipula que estos dos individuos pueden sumar las semanas de cotización a pensiones, siendo necesario que se encuentren en el mismo régimen.
La llamada cotización retroactivaconsiste en permitir que un trabajador que cumple con la edad requerida y está cerca de acumular las semanas exigidas, se pensione y se le va descontando la cotización correspondiente del ingreso mensual de su pensión durante el tiempo que haga falta. Tanto la pensión familiar como la cotización retroactiva son mecanismos encaminados a facilitar el acceso a una pensión mínima y se constituyen en este sentido en un apoyo para que un mayor número de personas se beneficie del segundo pilar contemplado en la reforma.
La propuesta del Gobierno
El proyecto de ley que ha esbozado el Ministerio de Trabajo propone combatir los tres problemas del sistema pensional por medio de la incorporación de lo que se ha denominado un esquema de pilares. El primero y el segundo pilar están concentrados en los trabajadores del sector formal y pretenden establecer un nuevo esquema pensional de acuerdo a la base de cotización de las personas.
El alcance de los nuevos regímenes se puede definir en dos puntos: i) todos los trabajadores colombianos cotizarán sobre una base correspondiente a 1 SMLV en el RPM, sobre el cual las personas accederían a un subsidio máximo de 87,6 millones de pesos. Ese subsidio se eliminaría totalmente para aquellas personas que puedan financiarse pensiones superiores a 10 SMLV; ii) si su cotización se encuentra por encima de un salario mínimo, los aportes excedentes deben realizarse en el RAIS.
Con esto, se pone un tope al subsidio y se garantiza que los ahorros superiores estén gestionados por el régimen privado sin privilegiarse de mayores subsidios.
De igual forma, se detiene el arbitraje entre un régimen y otro, al tiempo que se garantiza que todos los trabajadores dejen al menos el monto equivalente a un SMLV en el RPM.
El tercer y cuarto pilar de la propuesta gubernamental tienen como principal objetivo garantizar a todos los trabajadores un ingreso para su vejez, en especial a personas del sector informal cuyas cotizaciones en el sistema pensional no son suficientes para obtener una pensión igual o superior a un SMLV.
La propuesta atiende esta iniciativa por medio de dos mecanismos alternativos: los Beneficios Económicos Periódicos (BEPS) y el proyecto Colombia Mayor. Los BEPS constituyen el tercer pilar del Sistema General de Pensiones (SGP).
Fueron introducidos en la Constitución por el Acto Legislativo 01 de 2005 y reglamentados mediante la Ley 1328 de 2009 y el Conpes 156 de 2012. Se conciben como un mecanismo de ahorro individual, voluntario y flexible, con apoyo estatal.
Los BEP
Con los Beneficios Económicos Periódicos, BEP, se busca proteger a aquellos trabajadores que ganan menos de un salario mínimo o a quienes sus ingresos no les permiten entrar al sistema. Estos trabajadores ahorrarán en una cuenta lo que puedan, cuando llegue la edad de retiro el Estado premiará ese esfuerzo de ahorro con un subsidio del 20% sobre el monto ahorrado.
De esta forma garantizamos la protección para la vejez de estos colombianos que son cerca de nueve millones que no pueden cotizar para pensión.
Gracias al programa Colombia Mayor los adultos mayores de 65 años de Sisben 1 y 2 reciben un aporte del Estado que les permite tener una vejez digna y mejorar su calidad de vida. Hoy esta iniciativa beneficia a cerca de 1.200.000 colombianos y la meta es alcanzar en cinco años la cobertura universal de 2.400.000 adultos que viven en extrema pobreza.
Colombia Mayor
El Proyecto Colombia Mayor constituye el cuarto pilar del sistema y se define como la base de protección y asistencia mínima. Busca proteger a la población de adultos mayores que se encuentra en una situación de vulnerabilidad y se edifica sobre dos programas previamente existentes (el Programa Nacional de Alimentación para el Adulto Mayor -Pnaam- y el Programa de Protección
Social al Adulto Mayor –Ppsam-), entregando a cada uno de los beneficiarios un subsidio mensual que oscila entre 40.000 y 75.000 pesos para atención de sus necesidades básicas.
La meta tentativa del proyecto Colombia Mayor es universalizar estos subsidios a mayores de 65 años pertenecientes al Sisben 1 y 2 para el 2030, con lo que el cubrimiento del programa llegaría por encima de los dos millones de personas.