Mientras para el senador Uribe el Gobierno está “convirtiendo a este país en un país cocalero”, el ministro Zuluaga señaló que “118.000 familias tienen voluntad de acogerse a la sustitución”.

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La propuesta que presentó el Gobierno al Congreso, en la que pretende despenalizar a los pequeños campesinos que tienen cultivos ilícitos, generó que el expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez manifestara que “ya a uno no lo debería sorprender nada del Gobierno”.

No obstante, llamó la atención sobre las consecuencias que esta ley podría tener en el país. “Ayer me llamaba un señor de Manizales y me decía ‘yo tengo dos hectáreas de café, vivo de esas dos hectáreas de café, pero mejor -con lo que está definiendo el Gobierno, es echarle el glifosato, matar esas maticas de café y sembrar coca’, hombre qué tristeza”, dijo.

Durante el Foro Programático por Colombia que se desarrolla en Villavicencio, el exmandatario aseguró que en Colombia hay un problema adicional que se presenta en todas las ciudades del país, ya que “aquí, no solamente este Gobierno ha estimulado a las Farc la siembra de coca, sino otra cosita, el consumo de droga en todo el país. Entonces, decisión tras decisión va convirtiendo a este país en un país cocalero”.

Ante este panorama, el exjefe de Estado enfatizó: “Cuando a mí me dieron la noticia de lo que quiere hacer el Gobierno dije: ah, entonces ahora el inspirador del Gobierno es Evo Morales… qué tristeza”.

Entre tanto el ministro de Agricultura, Juan Guillermo Zuluaga, declaró que espera que al menos unas 5.000 familias colombianas se sometan al programa de sustitución de cultivos ilícitos semanalmente con el fin de reducir el aumento de la siembra de hectáreas de hoja de coca.

"Cambiar esa cultura no es una tarea fácil, pero ya 118.000 familias han expresado su voluntad de acogerse a la sustitución. En las últimas semanas 19.000 familias más expresaron su voluntad de acogerse ya, creo que vamos a tener 5.000 familias semanales acogiéndose al proceso", dijo.

Zuluaga destacó que, junto al Ministerio del Posconflicto, se avanza en este programa, que, aunque no ha arrojado los resultados que el Gobierno espera, se seguirá con la erradicación y el trabajo priorizado por sustitución a cultivos alternativos, que poco a poco fortalecerá los objetivos.

"Esta es una decisión del Gobierno, ya no se puede seguir sembrando coca en Colombia", concluyó el Ministro.

Esta iniciativa cobijaría únicamente a campesinos que tengan cultivos de entre 18 metros cuadrados y 3,8 hectáreas de coca; 18 y 84 metros de marihuana  y 0,8 y 3.840 metros cuadrados de amapola. “Los pequeños cultivadores son víctimas. Son instrumentalizados por el narcotráfico. La idea es ofrecerles un tratamiento penal diferenciado respecto a un gran narcotraficante. Es un tránsito a la legalidad”, indicó a la emisora, invitando al Congreso a llevar a cabo un debate técnico alrededor de las hectáreas y dimensiones de los cultivos que serían cobijados en la iniciativa.

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