El nuevo mandatario distrital debe armar una coalición fuerte en el Concejo. López tiene futuro incierto y Pardo se perfila en partidor presidencial. Tres ex presidentes entre los perdedores
Con una votación de 903.764 votos Enrique Peñalosa, avalado por el movimiento Equipo por Bogotá y el partido Cambio Radical, se convirtió ayer en el alcalde de la capital del país a partir del próximo 1º de enero.
El exalcalde, en su sexta candidatura al Palacio de Liévano, se impuso al candidato liberal y de La U, Rafael Pardo, quien quedó en segundo lugar con 778.050 votos, seguido de Clara López, del Polo, quien sumó 498.718 sufragios, en tanto que Francisco Santos, del Centro Democrático, alcanzó 327.852 votos.
Así las cosas, los comicios de ayer, que tuvieron una participación del 51,55 % de los ciudadanos habilitados para votar (2.811.209 bogotanos asistieron a las urnas), marcan el fin de 12 años de gobiernos de izquierda en la ciudad, que habían comenzado en 2003 con Luis Eduardo Garzón, luego llegó Samuel Moreno en 2007 (fue apresado antes de finalizar su periodo) y le sucedió Gustavo Petro, elegido en 2011.
Fue claro que tanto el escándalo por el ‘carrusel’ de la contratación en el gobierno de Moreno, que lo llevó a él, su hermano, varios concejales y contratistas a la cárcel, como la accidentada gestión de Petro, que incluso estuvo algunas semanas por fuera del cargo tras ser sancionado por la Procuraduría, terminaron quitándole a la izquierda la posibilidad de seguir en el poder en la capital del país, que sin duda era su máximo fortín político. Así como en la alcaldía, a los partidos de izquierda (Polo, Progresistas y UP) también les fue mal en los comicios para Concejo.
Peñalosa venía punteando todas las encuestas del último mes, seguido por Pardo y López, pero a la hora de las urnas se impuso con el 33,10 % de los votos, en tanto el segundo logró el 28,5 % y la tercera el 18,26 % de los sufragios. El aspirante del Centro Democrático al final sólo consiguió el 12 % de apoyo en las urnas.
Si bien Peñalosa se lanzó primero respaldado en firmas, recibió el apoyo de Cambio Radical, del cual es jefe natural el vicepresidente Germán Vargas Lleras. Fue esta colectividad la que le dio un impulso sustancial a su campaña, al punto que también terminó ganando la votación para el Concejo de Bogotá, al sumar más de 371 mil votos, muy por encima del liberalismo, que alcanzó 269 mil votos. A la postre, Cambio Radical fue señalada como la colectividad que ganó los comicios regionales y locales de ayer, al sumar el mayor número de gobernaciones y alcaldías principales, con Bogotá y Barranquilla a la cabeza.
Visto lo anterior, es claro que así como el gran ganador de ayer en Bogotá fue el vicepresidente Vargas Lleras, entre los perdedores la lista es larga y la encabezan el Polo, el expresidente Uribe, Roy Barreras y Armando Benedetti (cabezas de La U), el expresidente Gaviria y Horacio Serpa (jefes liberales), y hasta el exmandatario Ernesto Samper, varios de cuyos alfiles estaban con López. ¿Y el presidente Santos? No se jugó por ningún candidato, es cierto. Pero La U y liberales sí y perdieron. Ahora, como Vargas Lleras es su segundo a bordo y Cambio Radical hace parte de la Unidad Nacional, por ese lado el Jefe de Estado equilibra cargas y no se puede catalogar de perdedor.
“Alcalde de todos”
En su primera declaración como alcalde electo, aparte de los agradecimientos a todos los que votaron por él, sus aliados políticos y las palabras amables para sus competidores, Peñalosa dijo que era el alcalde de “todos y nadie sería excluido”. Reiteró las principales promesas de gobierno y se declaró listo para iniciar la gran tarea de “recuperación de Bogotá”.
Su parte de victoria se dio cuando ya sus rivales habían reconocido su derrota. Pardo felicitó a Peñalosa, le reconoció que tenía un conocimiento profundo de la ciudad y confió en que convoque a todos los sectores para sacarla adelante, e incluso se declaró partidario a aportar en ese propósito. López, a su turno, si bien reconoció el triunfo del exalcalde y le pidió no desmontar todas las reformas sociales implementadas por la izquierda en los últimos doce años, no dejó de señalar que las encuestas, en las que ella figuraba descolgándose, afectaron finalmente el potencial electoral del Polo. Y, por último, Santos dijo que la ciudadanía había hablado y elegido a Peñalosa, a quien felicitó, pero le dejó en claro que el uribismo le hará control político a su administración desde su nueva bancada en el Concejo.
Anoche, al cierre de esta edición, se estaba terminando de confeccionar la nueva composición del Concejo, en donde Cambio Radical tendría por lo menos nueve curules. Sin embargo, es claro que para lograr una coalición de gobierno Peñalosa necesitaría una bancada de mínimo 23 concejales. En principio se cree que liberales, uribistas, conservadores y La U podrían hacer parte de la misma. De lograrlo, la entrante administración, que comenzará esta misma semana el empalme con la alcaldía de Petro, tendría un escenario prometedor para comenzar a cumplir sus promesas electorales.
¿Y ahora qué hará Clara López?
Tras sumar dos millones de votos en la primera vuelta de los comicios presidenciales del año pasado y cerca de 500 mil en los de la Alcaldía de Bogotá hoy, es claro que Clara López es una de las dirigentes de la izquierda con más potencial electoral de la izquierda democrática, pero también suma dos derrotas seguidas en las urnas y ello abre un gran interrogante sobre su futuro político más inmediato.
Para sus allegados, con semejante potencial de votos, López debería ubicarse desde ya en el partidor de las candidaturas presidenciales para 2018, pero es claro que en el Polo hay un pulso de poderes muy marcado entre el bloque que ella lidera y el del senador Jorge Enrique Robledo, a quien muchos ya ven como el aspirante de ese partido a la Casa de Nariño en 2018.
¿Tendrá Robledo más votos que López? Esa es la gran pregunta que surge ahora. La hoy presidenta del Polo prácticamente igualó ayer los votos que sacó en Bogotá hace un año en la primera vuelta presidencial, y eso, según sus toldas, es significativo puesto que arrastraba con todo el desprestigio y desgaste que a la izquierda le dejó el escándalo del carrusel de la contratación del mandato Moreno y la accidentada gestión de Petro.
Sin embargo, en el Polo también hay quienes consideran que tras dos ejercicios electorales seguidos, fallidos ambos, la ahora excandidata debería dar un paso al costado para que una facción más radical en la oposición, como la de Robledo, asuma ahora las riendas de la colectividad.
Habrá que esperar algunas semanas a que se clarifiquen las aguas en el Polo para saber qué camino le espera a López. Y para ello no sólo se tendrá en cuenta la derrota en Bogotá sino lo que pasó en el resto del país en materia de gobernaciones, alcaldías, concejos, asambleas y JAL, en donde el balance es muy deficiente.
Uribismo y Bogotá: en contravía
Durante sus ocho años en el poder, el entonces presidente Uribe siempre perdió en las elecciones para la alcaldía en Bogotá, al punto que mientras la centro-derecha gobernaba a nivel nacional, en la capital del país lo hacía la izquierda, específicamente el Polo, principal partido de oposición.
Si bien el Centro Democrático fue el partido más votado para la Cámara de Representantes por Bogotá en marzo del año pasado, con 317 mil votos, sacando 5 curules, en la primera vuelta presidencial su candidato Óscar Iván Zuluaga sumó 542 mil votos, un monto importante pero luego, en la segunda, fue evidente que tanto la izquierda como otros sectores de centro se volcaron a apoyar la reelección del presidente Santos y el uribismo perdió en la ciudad.
Ayer se volvió a confirmar ese corto circuito entre el uribismo y Bogotá. Santos apenas sumó 327 mil votos, casi una tercera parte de los de Peñalosa, 170 mil por debajo de la candidata del Polo y 450 mil menos de Pardo. Y en cuanto al Concejo, perdió el primer lugar de las parlamentarias del año pasado para la Cámara, pasando al cuarto lugar, con 239 mil votos, siendo superado levemente por la Alianza Verde y el liberalismo, pero muy lejos de Cambio Radical, que sumó 372 mil votos.
Visto esto último, es claro que más allá de si Francisco Santos era o no un buen candidato, es evidente que tanto para la Alcaldía como para el Concejo el Centro Democrático, pese a que el expresidente Uribe hizo profusa campaña en la ciudad, fracasó en sus objetivos una vez más. Lograr cinco o máximo seis curules en el Cabildo y perder por un margen tan amplio en la Alcaldía, así lo confirman.