Con un componente que incluye hogares de paso día y noche, centros de atención transitoria, comunidades de vida, entre otros espacios, el alcalde Enrique Peñalosa dijo que Bogotá garantiza la atención integral de los habitantes de la calle de la ciudad.

“En el componente de atención transitoria tenemos varios momentos, uno es los hogares de paso día, espacio en el cual invitamos a los habitantes de calle a vivir de una manera distinta de cómo se vive en la calle, entonces todo lo que sucede adentro está dispuesto de tal manera que sea diferente a lo que se vive en la calle”, afirmó Myriam Cantor, subdirectora para la Adultez,  de la Secretaría de Integración Social.

El segundo componente son los hogares  de paso día y noche  donde se maneja la misma dinámica de actividades y alimentación, pero los beneficiarios que deciden quedarse en la noche lo pueden hacer de manera voluntaria.

"Allí van y pueden pasar una noche pero no como la pasan en la calle, sino como lo hace una persona normalmente”, dijo Cantor.

De acuerdo con la entidad, existen también los centros de atención transitoria, en estos lugares las personas que ya han participado de los servicios de la Alcaldía son invitadas a iniciar una transformación de su estilo de vida.

“Lo que se hace es que las personas que han ido aproximándose los invitamos a un verdadero cambio, les pedimos que pasen a estos centros  donde van a permanecer un espacio de dos a cinco meses dependiendo de las necesidades de cada uno”, informó.

Es importante resaltar que la entidad desde el momento que hace contacto activo con los ciudadanos en la calle, inicia un plan de atención individual que se va incrementando en la medida que asiste a los servicios creados para ellos.

“Ya en este plan de atención integral se complementa todo un proceso de elaboración de proyecto de vida a corto, mediano y largo plazo, el cual se va evaluando desde los hogares de paso y se hace mejor en los centros de atención transitoria donde podamos conocer cuáles son las necesidades reales de esa persona y cuál es esa potencialidad que tiene y hasta dónde puede llegar”, sostuvo la Subdirectora.

El siguiente paso del proceso son las comunidades de vida, donde se busca  que las personas que llegan allí puedan entrar en una deshabituación de las conductas asociadas a la vida en calle.

“Cuáles son esas conductas asociadas, por ejemplo el haber aprendido a que todo sea responsabilidad de otros y no de ellos mismos, aquí se hace un trabajo fuerte de autonomía, yo como sujeto de derechos que soy de qué manera los aprovecho adecuadamente y de qué manera con mis habilidades y capacidades puedo lograr una vida distinta, allí permanecen un período de nueve meses”, afirmó la funcionaria.

Una vez finalicen el proceso, la entidad inicia el componente de enlace social y seguimiento, en el cual se cuenta con convenios a nivel interadministrativo para que estos ciudadanos que decidieron cambiar sus vidas puedan trabajar.

Este año, gracias a un convenio con IDIGER,  150 habitantes de calle obtuvieron su primer empleo como recuperadores ambientales de los canales de agua de Bogotá como parte de su proceso de recuperación.