Los ejes temáticos, ocho frentes de trabajo, mejorar Transmilenio, duplicar el uso de la bicicleta, creación de la Secretaría Distrital de la Seguridad, el doble de colegios para jornada única, sendero ecológico, bajar los índices de violencia, el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) entre otros temas estudia la administración de Enrique Peñalosa para confeccionar el proyecto del Plan de Desarrollo.
Desde ayer y hasta mañana, el mandatario capitalino se encuentra en Anapoima en ‘retiros’ con los secretarios de despacho, directores y asesores para establecer la hoja de ruta que tendrá la ciudad para dentro de los próximos cuatro años.
Se espera que el Plan de Desarrollo sea presentado en marzo ante el Concejo de Bogotá y sea aprobado antes de junio.
Dentro de los puntos más importantes se encuentra la inversión en la infraestructura para mejorar la movilidad y Transmilenio, prioridad a usuarios de la bicicleta, la creación de la Secretaría de la Seguridad, aumentar el número de niños en jornada única y el Gran Sendero Ecológico.
Entre los temas que tratarán están los ocho frentes de trabajo en los cuatro años que estableció el mandatario, principalmente ocho megaobras que se impulsarán en su gobierno.
El metro tendrá un espacio amplio para discutir al igual que duplicar las troncales de Transmilenio, arreglar el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP).
Frente a la bicicleta como medio de transporte se estudiará el propósito que el 10 por ciento de los ciudadanos la utilice, crear el circuito de las ciclorrutas y el principal dilema será el bicicarril en la vía o andén.
En materia de seguridad, una de las grandes prioridades de la administración de Peñalosa es que en la ciudad sea posible vivir sin miedo y que atraiga inversionistas y turistas. El primer reto es crear la Secretaría de Seguridad tras la presentación del proyecto de acuerdo ante el Concejo de la ciudad.
Fiel a la filosofía que orientó su primera administración, el alcalde Peñalosa se propone que la seguridad comienza con una ciudad ordenada, en la que se cumplan las normas de convivencia.
El circuito ambiental de Bogotá promete cambiarle la cara a Bogotá, y que se convertirá en un corredor para el desplazamiento de aves e insectos y ayudará a construir integración social y atraerá turistas. Estaría conformado por lo que será el parque lineal del río Tunjuelo, el malecón del río Bogotá y el sendero ecológico de los cerros. Sobre el borde del río y sus malecones arborizados habrá parques, edificios de vivienda, restaurantes y cafés.
Frente a la educación se tienen presupuestados más colegios y un ambicioso programa de lectura. Será uno de los grandes pilares del Gobierno para que los niños desarrollen plenamente su potencial, atendiéndolos desde el vientre, en su primera infancia y luego con excelentes colegios.
Ante los problemas que se han presentado con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que decretó la anterior administración, el Alcalde anunció que se buscará la mayor participación ciudadana para definir la ciudad.
“La ciudad debe crecer, pero debe crecer bien. En ubicaciones óptimas. Cada kilómetro de más que tengan que recorrer millones de ciudadanos diariamente tiene enormes costos ambientales, económicos y sociales. Por eso vamos a aprovechar los terrenos que todavía están por desarrollar en Bogotá principalmente al norte y buscaremos coordinar nuestro POT con los municipios aledaños y muy especialmente con Soacha, Mosquera, Cota y Chía”, aclaró Peñalosa.
Otro de los temas que se discuten en Anapoima es la preocupación por las finanzas de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado porque tiene hoy 4 veces más empleados que hace 15 años cuando gobernó Peñalosa y con el factor prestacional más alto de cualquier empresa en Colombia. “La ineficiencia y los altos costos de la empresa los pagan los ciudadanos en altas tarifas, y en el fracaso de esta en adelantar la descontaminación de los ríos y quebradas de la ciudad”.
Otro tema que ha causado malestar es la recuperación del espacio público. “Hoy es desordenado e inseguro, lo que ha llevado a que los centros comerciales sustituyan al espacio público como lugar de encuentro y disfrute ciudadano y se pierda así una función fundamental de la ciudad, como es servir como lugar para la integración de todos”.