Luego de dar todo el trámite necesario en el Congreso de la República, la senadora Doris Clemencia Vega Quiroz (Opción Ciudadana), ponente del proyecto que pretende establecer medidas de protección y penalizar el maltrato que se comenta con las personas de la tercera edad, dio a conocer las bondades de la iniciativa, que pasa a sanción presidencial. Con lo expuesto ante la plenaria del Senado, se logró el apoyo de las diferentes bancadas, para la aprobación en último debate de la iniciativa que penaliza a familiares, particulares e instituciones que maltraten al adulto mayor.
Se le asignan nuevas funciones y trabajo en conjunto a entidades que deben asistir a esta población, tales como el ICBF, el Ministerio de Salud, Comisarías de Familia y Defensoría del Pueblo, que implementarán programas que les desarrollen mejores hábitos de vida y el goce de sus derechos.
La senadora ponente dijo que el Gobierno nacional a través del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, implementará una ruta de atención inmediata y determinará los medios de comunicación correspondientes frente a maltratos contra el adulto mayor, tanto en ambientes familiares como en los centros de protección especial y demás instituciones encargadas del cuidado y protección de los adultos mayores.
“Esta población necesita más protección de parte del Estado y con esta ley, estamos proporcionando las herramientas para que se les atienda y respeten sus derechos, así tendrán una mejor calidad de vida”, afirmó la congresista Doris Vega.
La norma contempla que los centros de protección social, así como las instituciones de atención deberán acoger a los adultos mayores afectados por casos de violencia intrafamiliar como medida de protección y prevención. Así mismo que el Consejo Nacional del Adulto Mayor ofrecerá asesoría en los planes y programas de protección y lucha contra la violencia que se ejerza a los adultos mayores.
También promoverá la creación de redes de apoyo, con el fin de asegurar los vínculos, la compañía y el apoyo del núcleo familiar del adulto y así evitar la institucionalización y la penalización, ya que es necesario involucrar de manera directa a la familia, que es la encargada de suplir la satisfacción de necesidades biológicas y afectivas de los abuelos.