El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, realzó la relación comercial entre España y México, dispuesto a hacerla "crecer de manera muy importante", durante una visita de dos días a Madrid cargada de "un valor emotivo adicional" tras la abdicación del rey Juan Carlos.

"El comercio que hacemos entre España y México se ha multiplicado por cinco en los últimos 12 años y a partir de lo que hoy hemos firmado se espera esto puede crecer de manera muy importante", afirmó este martes tras reunirse con el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy.

Desde la lucha contra el narcotráfico hasta el crédito a pequeñas y medianas empresas, pasando por la protección del patrimonio cultural subacuático o la cooperación en tecnologías de la información, los dos países firmaron una veintena de acuerdos.

Pero este viaje oficial tuvo además "un valor emotivo adicional", subrayó Rajoy.

"Esta es la última visita de Estado de su majestad el rey don Juan Carlos, quien ha demostrado en infinidad de ocasiones su especial cariño por todo Iberoamérica y su enorme afecto por México", agregó.

El rey, de 76 años, artífice de la democracia española tras la dictadura franquista (1939-1975), que vio su imagen empañada en los últimos años por varios escándalos, anunció el 2 de junio su decisión de abdicar.

Una ceremonia en el Parlamento, prevista el 19 de junio, debe proclamar rey a su hijo Felipe, de 46 años, con quien Peña Nieto afirmó tener "una relación muy cordial y muy cercana". "Yo diría amistosa", agregó.

El presidente mexicano se encontró en cuatro ocasiones con el rey Juan Carlos y en dos con los futuros monarcas, Felipe y Letizia, durante su primer viaje oficial a España, en el marco de una gira que anteriormente lo había llevado a Portugal y al Vaticano.

- Encuentros con empresarios -

Por la mañana, expuso al presidente de la principal patronal española, Juan Rosell, y a un grupo de empresarios el programa de reformas estructurales de su gobierno, que ya había abordado el lunes en un foro empresarial.

Allí presentó un plan de inversiones de 440.000 millones de euros hasta 2018, en sectores como la energía, las comunicaciones o el turismo, que ofrece posibilidades de negocio a las compañías españolas.

México es el segundo destino de la exportaciones españolas a América Latina, detrás de Brasil, y el primer destino inversor de sus empresas.

Coincidiendo con el viaje de Peña Nieto, algunos grupos españoles anunciaron nuevos proyectos en México, pero para el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, su visita es además "una magnífica ocasión para que las empresas mexicanas inviertan en España, como plataforma hacia una Unión Europea renovada".

"Con una cartera cercana a los 20.000 millones" de euros, México es ya el primer inversor latinoamericano en España, recuerda Carlos Malamud, experto sobre Latinoamérica en el centro de investigación estratégica Real Instituto Elcano de Madrid.

"Las relaciones, no solo económicas, sino culturales y políticas, entre México y España son estratégicas para los dos países y están pasando por un momento excepcional", agrega para explicar la gran relevancia dada a este viaje.

Durante una cena de gala en honor de Peña Nieto, el lunes en el Palacio Real, Juan Carlos se despidió como jefe de Estado de "esa Iberoamérica magnánima que acogió a la España del exilio" durante el franquismo. Una España "a la que pude abrazar en México para pedirle su concurso en la construcción de un nuevo destino de concordia y de progreso para todos los españoles", recordó.

El contrapunto a una visita con todos los honores, lo pusieron las protestas de activistas zapatistas, presentes en varios de actos del presidente mexicano, a quien tildaron de "corrupto", "explotador" o incluso "asesino" por las dos muertes durante la represión policial de protestas campesinas, en 2006 en San Salvador de Atenco, cuando Peña Nieto era gobernador.