Por: Pablo Uribe Ruan

La actualidad  y el proceso son dos palabras que llenan de dudas a los técnicos a la hora de elegir a los jugadores que  irán al mundial. Algunas veces los seleccionadores logran un equilibrio, otras veces no. Por ejemplo Maturana presentó en Italia 90 una nómina que estaba compuesta por varios jugadores que no habían estado en las eliminatorias; equilibró la balanza. Pero ese capítulo quedó cerrado y ahora es el turno de  Pekerman, quien debe elegir a  los 23 que irán a Brasil. 

Una tarea bastante difícil puesto que existen varios jugadores triunfando en Europa que no fueron parte de las eliminatorias y que se encuentran en un nivel más alto que algunos que han sido parte del proceso.  Llama la atención el caso particular de Montero y Adrián Ramos,  dos delanteros que hoy cuentan con un presente prodigioso. Ambos son los goleadores y los mejores jugadores  de la Liga Portuguesa y la Bundesliga, y  a esto hay que sumarle que son pretendidos por varios de los equipos más poderosos de Europa. 

Sin embargo, todo parece indicar que Pekerman cree más en las bases que se lograron a medida que pasaban los partidos, que en la actualidad de muchos jugadores que están por fuera de la selección. Pekerman es un tipo de procesos, así lo demostró en la Argentina de mayores y de menores, allá siempre dejó claro que el éxito nace de los procesos y de los que los integran. 

Y así parece ser el caso colombiano. El argentino tiene hasta el 13 de mayo para decidir. No creo que vaya a haber mucha variación más allá de los cambios obligados por lesiones, además teniendo en cuenta que sólo vamos a jugar un partido previo al mundial contra Túnez.