Por Carlos Higuera
Periodista EL NUEVO SIGLO
Si algo ha demostrado el técnico José Pekerman es que no es amigo de improvisar y mucho menos de estar cambiando al grupo de jugadores que son de su confianza, así su nivel no sea el mejor.
En el tiempo que lleva al frente de la Selección Colombia ha convocado 41 jugadores y la cifra ha llegado a ese número por aquello de las lesiones, antes que por otro motivo u obligado para suplir a algún expulsado.
Pero ya cumplió su objetivo de clasificar directamente a Colombia al Mundial de Brasil y ahora el camino a andar, seguramente lo llevará a mirar a otros jugadores y a recomponer algunas líneas en las que se hace imperativo el recambio.
Pekerman es un hombre leal. Lo ha demostrado. Y por eso pensar en que va a dejar fuera de la nómina de 20 jugadores de campo que llevará a la cita mundialista, es una utopía.
Por ello es impensable que deje en casa a Mario Alberto Yepes, quien a sus 37 años aporta experiencia y ascendencia dentro del grupo, pero al que se le nota que ya no está para altas competencias.
En ese orden de ideas, Amaranto Perea, Aquivaldo Mosquera y el mismo Carlos Valdés, deben estar pensando en si les alcanzará la cuerda para cumplir ese sueño de estar en la máxima cita del fútbol mundial o si tendrán que resignarse con cederle su puesto a uno más joven y que pueda ofrecerle a Pekerman y al equipo, velocidad, capacidad de reacción y precisión en los cierres.
Hasta ahora, el técnico argentino se la ha jugado con los que considera le pueden dar una mano y efectivamente se la dieron. Pero de cara al Mundial, seguramente tendrá que reconsiderar si lleva a un jugador que esté en el banco en su club o si prefiere a uno que tenga continuidad.
La situación no es fácil para el estratega, pero si algo tiene, es que es capaz y no deja nada al azar. Tanto él como su grupo de asesores hacen continuo seguimiento a los futbolistas colombianos que militan en conjuntos internacionales, los valoran, los analizan y saben si le pueden aportar algo a lo que se quiere para armar el onceno nacional.
Con los arqueros no habrá problema porque puede contar con tres y a menos que una lesión lo impida, irán los mismos que hoy forman parte del combinado nacional: David Ospina, Camilo Vargas y Farid Mondragón.
Ospina es el titular inamovible, mientras que a Vargas tiene un doble motivo para convocarlo y son, por una parte, sus condiciones y por la otra, por cábala.
Y en el caso de Mondragón, es posible que no llegue a atajar un solo minuto, pero el aporte que hace al grupo es incalculable. Aporta experiencia y enseñanzas a sus compañeros y tiene ascendencia dentro del grupo y éste lo respeta por su trayectoria, así que no se quedará fuera.
Así las cosas, el dolor de cabeza para Pekerman y su séquito de asistentes será confeccionar la lista de 20 jugadores de campo, porque entre otras cosas, le toca recortar el número de delanteros que llevará y para no correr riesgos y tener que improvisar, lo ideal sería que llevara dos jugadores por puesto.
Eso es cuatro laterales, cuatro defensores centrales y ahí es en dónde encontrará la mayor dificultad y tendrá que decidir si confía en los experimentados, los mezcla o le paso a las nuevas generaciones.
Para el mediocampo necesitará ocho jugadores y cuatro para el ataque. Fijos están Falcao García y Teófilo Gutiérrez. Carlos Baca, Luis Fernando Muriel y Jackson Martínez tendrán que luchar por las otras dos plazas.
En el sector medular hay elementos que, sobre el papel, tienen un cup fijo: Carlos Sánchez, Edwin Valencia, Freddy Guarín y James Rodríguez. Será necesario esperar la evolución de los demás y establecer si alguno de los que están en equipos nacionales logra ganarse un cupo.
Sea cual sea la decisión que tome Pekerman, lo claro es que necesita evaluar hombre por hombre y al final decidir si lleva a los de su resorte o prefiere convocar a los que mejor estén cuando se dé a conocer la lista definitiva.