La majestuosa muestra de obras del pintor colombiano Pedro Ruiz, en la sede romana de la Academia de España, en Italia, revela la excelente calidad de este artista cuya paleta maneja con la seguridad de trazos que denotan su genialidad.
Son treinta extraordinarias pinturas que están a la disposición del público para ser analizadas y evaluar la versatilidad de su autor. En ellas se muestra la parte del país que muchos desconocen. No solo hermosos paisajes de su geografía, que sorprende por su variedad y la magia de la naturaleza circundante. También la idiosincrasia de su gente, la faceta amable del colombiano común y corriente.
Su lema Oro, espíritu y naturaleza de un territorio, refleja el objetivo de la muestra pictórica de Pedro Ruiz. Y el tema es sensacional. Un paseo por un país de belleza incomparable, de los más abundantes en biodiversidad. Y no falta el aspecto sociológico de ver un conglomerado humano más allá de la violencia que soporta desde hace décadas. Es para mirarla con atención, sin perder detalle. “Nadie puede odiar a nadie si lo miras de cerca”, dice Ruíz, quien pinta con acrílicos sobre madera paisajes, flores, pequeños trozos de poemas, canciones colombianas y hasta la SagradaFamilia de Gregorio Vázquez.