La posibilidad de organizar un mundial de fútbol superpuesto al de la FIFA, entidad sacudida por un escándalo de corrupción, está siendo promovida por diferentes organismos, liderados por el Reino Unido.
La idea, de acuerdo con lo expresado por el ministro de Deportes de la Gran Bretaña, John Whittingdale, es que el torneo no tenga ninguna unión con la entidad que desde hace 17 preside el suizo Joseph Blatter y quien estará en el cargo por 4 años más.
“Habría una manera seria de organizar un Mundial alternativo al existente, esta sería con un acuerdo fuerte en toda Europa”, explicó el Ministro, durante una sesión de preguntas en el Parlamento. “Hay acuerdo en este país sobre la necesidad de un cambio. Lo importante es tratar de encontrar aliados en Europa que se unan en torno a este tema”.
Desde el miércoles, el Reino Unido, como numerosos países, se mostraron contrarios a la permanencia de Blatter en la FIFA e incluso el primer Ministro, David Cameron, pidió la renuncia del dirigente.
Sepp Blatter, presidente de la FIFA desde 1998, fue reelegido para un quinto mandato el pasado viernes, dos días después de la explosión del escándalo por presunta corrupción de varios miembros de la FIFA.
El Ministro también pidió a los patrocinadores y socios financieros de la FIFA que metieran presión a la organización para que aceleraran las reformas y precipitaran el cambio de gobierno.
“No hay ninguna duda de que la poca credibilidad que le quedaba a Sepp Blatter, fue totalmente destruida. Se debe aumentar la presión para ir más lejos. Los patrocinadores de la FIFA deben pensar cuidadosamente si quieren ser asociados con una organización envuelta en escándalos y tan desacreditada. Por el bien del deporte, es tiempo de que Blatter se vaya”, pidió.
“Visa ya tomó una posición fuerte. Otros manifestaron su descontento y nos gustaría que fueran más allá. Deben tener en cuenta los posibles daños que pueden tener ellos mismos”, previno Whittingdale recordando que su país “había cooperado en las investigaciones de las autoridades suizas y estadounidense”.
“El ejemplo de Salt Like City (Estados Unidos) nos ofrece un buen precedente de cómo estos asuntos se pueden arreglar”, concluyó haciendo referencia a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002.
Una investigación a posteriori reveló que el proceso de adjudicación de los Juegos Olímpicos a Salt Lake City estuvo lleno de irregularidades, en un contexto de corrupción entre los miembros del COI.
Se va dirigente
Y, en momentos en que se estudian alternativas para restarle poder a la entidad que sigue rigiendo Blatter, la abogada Heather Rabbatts, dirigente en la Federación Inglesa de Fútbol (FA), dejó el grupo anti-discriminación de la FIFA del que formaba parte, anunció ayer después de la reelección del suizo.
“Lo dejo con efecto inmediato”, declaró Rabbats, miembro del consejo de administración de la FA en su sitio web.
“No fue una decisión fácil de tomar, porque creo que el desafío al que se enfrenta la FIFA en materia de racismo es elevada, especialmente durante el Mundial-2018 en Rusia. Aunque la FIFA no se tomó muy en serio estos problemas en el pasado, se hicieron algunos progresos. Sin embargo, el efecto desastroso sobre la reputación de la FIFA de los últimos episodios supera mi deseo de ayudar en el desarrollo de estas políticas”, se justificó la abogada.
“Como muchos, me parece inaceptable lo poco que se ha hecho para reformar la FIFA”, prosiguió la dirigente de 59 años, con asiento en la FA desde diciembre de 2011. “Tras la reelección del presidente Blatter está claro que los daños a la reputación de la FIFA van a continuar y esto influirá en la pérdida de credibilidad en las acciones de la lucha contra el racismo”.
Más llamados
La Comisión europea, al mismo tiempo, hizo un llamamiento a la FIFA para que se reforme urgentemente porque “los millones de aficionados de todo el mundo merecen algo mejor”, afirmó una portavoz del ejecutivo europeo.
“La corrupción no tiene lugar en el deporte, la FIFA tuvo suficiente tiempo y ocasiones para reformarse. Es tiempo de cambiar”, estimó Nathalie Vandystadt, la portavoz de la Comisión a cargo del deporte.
Aunque se negó a hacer ninguna valoración sobre la reelección de Joseph Blatter al frente de la organización mundial, la portavoz señaló que “los millones de aficionados de todo el mundo perdieron la paciencia y merecen algo mejor”. “La integridad del fútbol está en juego”, añadió.
La Comisión europea se negó, sin embargo, a pedir un boicot sobre el Mundial-2018 en Rusia. “No es una opción sobre la mesa”, aseguró Vandystadt durante la rueda de prensa en Bruselas./AFP_ENS