La paz debe y tiene que hacerse en las regiones, si se tiene en cuenta que es en los municipios, en los departamentos, en la provincia donde se ha sufrido la guerra y el conflicto en estos cincuenta años, dijo en Popayán el gobernador del Cauca, Temístocles Ortega.
Para el mandatario seccional, los municipios y las gobernaciones deben contar con los mecanismos y las herramientas que se requieren para afrontar el posconflicto.
Ortega se refirió al tema en el marco del lanzamiento del libro “Descentralización en-clave de paz”, de la Fundación Konrad Adenauer.
El gobernador Ortega señaló que es a partir de las herramientas que aportan los municipios y los departamentos que se deben diseñar las propuestas de reformas tanto del nivel institucional como de inversión de recursos y de competencias para afrontar el posconflicto.
El mandatario caucano precisó que Colombia es un país de regiones y por esto las normas que se establezcan para orientar el posconflicto deben ser sectorizadas, teniendo en cuenta las particularidades de cada una de las zonas en las que se aplicarán las soluciones.
“Muy poco tenemos que ver nosotros los caucanos con los llaneros, o con los costeños de la Costa Atlántica; muy poco tienen que ver los habitantes de Guapi, Timbiquí y López de Micay con los habitantes de Inzá, Totoró, Jambaló, así las normas, las reglas y las instituciones sean las mismas”, anotó Ortega.
“En consecuencia, para cada institución, para cada instrumento del Estado, debe haber un objeto social determinado, es decir políticas para indígenas, para afrocolombianos y políticas para los centros industriales, por ejemplo como los del Norte del Cauca; políticas para las zonas agrícolas como las del sur del Departamento, lo cual permite hacer una radiografía en detalle de la Nación que facilita el trazado de políticas, normas e instituciones para cada una de las regiones acordes a su naturaleza”, puntualizó el gobernador Ortega.
Abogó por la autonomía de los territorios para dejar atrás, y rápido, el centralismo de recursos, de funciones y competencias, lo cual es un tema que debe hacer parte fundamental de los ejercicios que se adelantarán dentro del postconflicto, “pues son los insumos importantes que vamos a tener para hacer las reformas y las grandes transformaciones que el país está reclamando”.
Sin indiferencia
De otra parte, la Universidad Nacional, con el apoyo del Ministerio de Cultura, convocó a los colombianos a pensar cómo veían y oían la paz. El resultado de esa invitación fue el reconocimiento de seis piezas audiovisuales y sonoras, de un minuto de duración.
De las 337 piezas inscritas, se seleccionaron 33 (17 de video y 16 de audio), en las categorías Aficionado, Expertos/profesionales y Grupos constituidos. Sobre estas propuestas, los jurados deliberaron y escogieron las seis que esta noche fueron reconocidas por su excelencia y originalidad.
Jaime Franky, director de la Unidad de Medios de Comunicación (Unimedios), felicitó a todos los ciudadanos del país que dedicaron un tiempo a imaginar la paz.
El docente de la UN explicó que la iniciativa se llevó a cabo para que la sociedad manifestara su interés por la materialización del proceso de paz que adelanta el Gobierno con las Farc.
La iniciativa se enmarcó en la preocupación de la UN por la perspectiva de paz que generan los diálogos de La Habana, analizada desde una mirada estética y cultural. “Lo peor que le puede pasar a la paz es la indiferencia de la sociedad”, afirmó.
Además, el académico declaró que el proyecto audiovisual pretendió promover la apropiación social de la paz mediante la imagen y el sonido, formas de comunicación que generan mayor sensibilidad en las personas.