Estados Unidos mantuvo a Cuba en su lista negra de países que patrocinan el terrorismo por albergar a miembros de grupos armados ilegales, en el informe anual del departamento de Estado divulgado este martes, que también calificó negativamente a Venezuela.
Cuba, que por estar en la lista negra, junto a Irán, Sudán y Siria, no puede recibir ayuda económica de Estados Unidos ni gozar de beneficios comerciales ni tratados financieros, es considerado patrocinador del terrorismo desde 1982.
El informe constató "modestos avances" en la lucha contra el terrorismo en América Latina durante el año pasado, aunque acusó a Venezuela por sexto año consecutivo de "no cooperar totalmente" con los esfuerzos antiterroristas estadounidenses y advirtió contra la expansión de las actividades iraníes en la región.
Antiguos y actuales miembros de la organización separatista armada vasca ETA "siguen residiendo en Cuba", pese a que según informes recibidos por Washington, el gobierno castrista "ha tratado de distanciarse de los miembros de ETA que viven en la isla", señala el documento.
Asimismo, "informes de prensa indican que el gobierno cubano proveyó asistencia política y cuidado médico" a miembros de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Pero no hay indicios de que La Habana haya entregado armas o entrenamiento a estos grupos, concedió Washington.
Fugitivos solicitados por la justicia estadounidense siguen encontrando refugio en Cuba, lamentó.
El gobierno estadounidense constantó también "deficiencias" en Cuba con respecto a estándares internacionales para el combate del lavado de dinero y el financiamientos de grupos terroristas.
Cuba es un blanco constante de críticas de los informes anuales del departamento de Estado, que son rutinariamente desestimados por el gobierno castrista.
Por su parte, Venezuela "no ha estado cooperando totalmente con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos", señala el informe.
El gobierno de Hugo Chávez mantiene "cooperación económica, financiera y diplomática con Irán, así como limitados acuerdos militares", agrega.
En este sentido, el informe recuerda que en mayo de 2011 Estados Unidos impuso sanciones a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) por sus relaciones comerciales con Irán, que contravendrían las sanciones internacionales decididas contra Teherán por su programa nuclear.
El Banco de Desarrollo y Exportación de Irán sigue operando en Venezuela, pese a que ha sido también sancionado por Estados Unidos, lamentó el departamento de Estado.
El año pasado Washington incluyó a cuatro funcionarios y oficiales militares venezolanos en una lista negra por nexos con la guerrilla de las FARC.
Estados Unidos dijo que la "más inquietante manifestación" de la expansión iraní en la región fue el complot para asesinar al embajador saudí en Washington, para lo que emisarios iraníes contactaron en México a un miembro de un cártel mexicano, que en realidad era un informante de agencias norteamericanas.
Otro foco de preocupación para el gobierno estadounidense es la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, que siguió siendo el año pasado un punto clave de tráfico ilegal y lavado de dinero, "potenciales fuentes de financiamiento de organizaciones terroristas".
En la región no hay células operativas de Al Qaida o de Hezbolá, pero simpatizantes en América del Sur y el Caribe "siguen dando apoyo financiero e ideológico" a esos y otros grupos.
Por el contrario, el gobierno mexicano de Felipe Calderón "siguió vigilante" contra amenazas terroristas y continúa sus esfuerzos contra los cárteles de la droga, de los que Washington no tiene evidencia que tengan lazos con grupos terroristas.
Colombia asestó "duros golpes" a las FARC en 2011, entre ellos la muerte en noviembre pasado se su líder Alfonso Cano en una operación militar.
"Consideramos a Colombia como un caso exitoso, donde sus líderes mostraron determinación", dijo en rueda de prensa el encargado de antiterrorismo del departamento de Estado, Daniel Benjamin.
Las FARC, junto al también colombiano Ejército de Liberación Nacional (ELN), ambos considerados grupos terroristas por Washington, "cometieron la mayoría de los ataques terroristas" en América Latina durante 2011, agrega el informe.