Una de las principales partidarias de Julian Assange en Gran Bretaña, Jemima Khan, se distanció del fundador de WikiLeaks, advirtiéndole que corre el riesgo de convertirse en un "Ron Hubbard australiano" al pedir a sus adeptos una "devoción sectaria", como el fundador de la Cienciología.
En un blog para la revista New Statesman (vinculado a la izquierda), en el cual ella es redactora jefa adjunta, Jemima Khan, una celebridad en Gran Bretaña, destaca que pasó de "la admiración a la desmoralización" con respecto a Assange.
"El problema es que Wikileaks, que adoptó la misión de 'establecer una sociedad más justa basada en la verdad', se volvió culpable de la misma desinformación (...) que quería denunciar y sus partidarios deben seguirlo sin hacer preguntas, mostrando una devoción sectaria y ciega", escribió la hija del multimillonario James Goldsmith.
"Yo pude constatar que un súbito estatuto de estrella de rock tenía el poder de dar, incluso a los idealistas más lúcidos, la impresión de que estaban sobre las leyes y libres de críticas", agregó.
"Sería una verdadera tragedia que un hombre que hizo tanto bien terminase por no tolerar más que discípulos y una devoción incondicional, como un Ron Hubbard australiano", agregó, refiriéndose al fundador de la Iglesia de la Cienciología.
Julian Assange, de 41 años, está refugiado desde mediados del año pasado en la embajada de Ecuador en Londres para escapar a una extradición a Suecia por un caso de presunta violación y agresión sexual en el cual afirma ser inocente.
Ecuador le otorgó el asilo político, pero las autoridades británicas quieren aplicar la orden de arresto sueca. El cibermilitante sostiene que si es enviado a Suecia corre el riesgo de ser extraditado a Estados Unidos, que está furioso porque WikiLeaks publicó documentos secretos norteamericanos, y donde podría ser condenado a la pena de muerte.
Jemima Khan, que contribuyó a pagar la fianza para la liberación condicional del australiano en 2010, explicó que ella no lo hizo "para que evitara responder a las acusaciones en su contra", destacando el derecho que tienen esas mujeres a ser escuchadas por un tribunal sueco.
En los últimos meses, Assange perdió muchos de sus respaldos, sobre todo de ex miembros de su equipo y de los grandes medios de comunicación que difundieron sus primicias.