Los sucesivos paros y protestas que se presentaron durante el año pasado, le costaron a las arcas nacionales 1,8 billones de pesos, sostuvo la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF.
Precisamente, el 2013 se caracterizó por las protestas del agro, las manifestaciones de los camioneros, el paro de los cafeteros y las huelgas de la Drummond y Cerrejón, entre otras, que causaron un daño patrimonial a la Nación, un descuadre que será difícil de cubrir en el mediano plazo.
“El costo de los paros es de 0,4% del Producto Interno Bruto (PIB) anual, mientras los costos más gravosos, los institucionales, resultan incalculables. De hecho, las promesas de congelamiento de precios de los combustibles han afectado negativamente las finanzas e institucionalidad del propio Ecopetrol y por la vía de los repetidos subsidios estamos empezando a arriesgar la solidez fiscal de Colombia”, advirtió la ANIF en su informe.
Tan sólo los paros del primer trimestre del año pasado, de acuerdo con los cálculos de este organismo, le costaron $900.000 millones a la economía, lo cual resulta equivalente al 0,8% del PIB correspondiente al período enero-marzo. “Esas protestas generaron una seria desestabilización institucional, con una abrupta caída de la aprobación del Gobierno, pasando del 70% al 25%”.
A estos movimientos de protesta, se sumaron los de agosto de 2013 que cercaron a ciudades como Tunja, dejándola sin provisiones durante varios días. También causaron inconvenientes en la movilidad y aprovisionamiento de zonas como Cauca, Cundinamarca, Nariño e incluso, los Llanos Orientales. “ANIF ha estimado que el costo económico de dicho paro agrario de agosto de 2013 pudo bordear los $260.000 millones (equivalente al 0,2% del PIB del tercer trimestre)”.
Sin embargo, no todo paró en el tema agropecuario ya que en la mina de carbón de Cerrejón (localizada en La Guajira) se registró el año pasado la huelga laboral más larga de las últimas décadas, trayendo pérdidas diarias de $5.400 millones.
Entre tanto, en las minas de la Drummond (en el Cesar), las protestas de los trabajadores sumaron 52 días, lo cual paralizó las exportaciones y producción del mineral y torpedeó la meta de producción de carbón que tenía el Gobierno (94 millones de toneladas anuales). “El costo del paro carbonero se acercó a $900.000 millones”, estimó la ANIF en su balance.
Y a estos problemas que tuvo que afrontar el Gobierno, pese a que en un comienzo desestimó la fuerza del paro agrario, se sumaron los transportadores quienes durante 24 días se manifestaron para exigirle al Ejecutivo el congelamiento del precio del ACPM, de la mano con una modificación a los esquemas de chatarrización del parque automotor de carga.
“El costo económico sobre este sector estuvo cerca de los $110.000 millones”, explicó la ANIF. El Gobierno congeló el precio del ACPM hasta diciembre pasado y para enero de 2014 anunció un incremento de $99 por galón, lo cual tiene a los transportadores molestos y pensando en salir de nuevo a protestar.