Paros y bloqueos, golpe a la economía | El Nuevo Siglo
Domingo, 1 de Septiembre de 2013

La cascada de huelgas, paros y bloqueos, no solo han colocado contra las cuerdas al Gobierno y al país sino a la economía. Cuando a comienzos de año se hicieron los primeros pronósticos sobre el crecimiento que podría alcanzar el Producto Interno Bruto, PIB, este año, se consideró a primera vista que la cifra  podría estar entre 4,5 por ciento y el 5 por ciento.

Sin embargo, a medida que las complicaciones con los primeros paros se comenzaron a sentir en varias ciudades con la huelga de los pequeños productores cafeteros, la situación del país empezó a cambiar.

Hoy, cuando a la ola de manifestaciones y paros se han sumado los mineros, los papicultores, los transportadores y sobre todo, los trabajadores de compañías que como la Drummond que llevan más de un mes sin trabajar, dejando grandes pérdidas para el país.

Algunos expertos como el catedrático y analista, Bernardo Ramírez, sostienen que ante esta cascada de malestar social, el Producto Interno Bruto, PIB, podría perder alrededor del 1 por ciento, es decir más de 7 billones de pesos durante este año.

“Si el Gobierno no resuelve con prontitud la escalada de paros, las consecuencias para la economía del país serán muy sensibles. Si a comienzos de año se hablaba incluso de que se podría crecer, este año alrededor del 5 por ciento, con las huelgas es posible que nos demos por bien servidos con un crecimiento del 3 por ciento”, sostiene Ramírez.

Caso de la Drummond

Sin embargo, la mayor pérdida de recursos que entren a la economía puede ser de las huelgas de las carboneras como la Drummond.

De acuerdo con un informe privado, al completarse 39 días de paro, las pérdidas ascienden a unos US$259 millones por el carbón que ha dejado de venderse. 

En ese sentido, de acuerdo con el promedio de venta que la compañía registraba antes del cese de actividades, la carbonífera estima que se pierden entre US$6 millones y US$7 millones al día. 

En total, este monto se traduce en unas 90.00 toneladas diarias de carbón, es decir, que hoy se completan unas 3.330.000 toneladas del mineral que se están dejando de exportar por los paros. 

Esta situación afecta no solo las exportaciones previstas para este año, sino los pagos de regalías que el sector reportará al Estado. 

“Lamentablemente el primer semestre del año ha tenido acontecimientos que van a afectar los registros del sector. Este año, se puede disminuir cerca de 10 por ciento el pago por regalías al Estado. Y no es solo lo que perdemos, sino lo que dejamos de generar en el país”, señaló César Díaz, director Ejecutivo de la Cámara Colombiana de la Minería (CCM). 

De hecho, la compañía carbonífera confirmó que al día, se dejan de pagar regalías por 2.258 millones de pesos. A esto se suman otros conceptos por impuestos (1.834 millones de pesos, por día) y salarios que no se cancelan a los trabajadores en huelga (al menos 1.351 millones de pesos, por día). 

Luego de la última reunión que se realizó el pasado lunes, administrativos y sindicalistas mantienen el desacuerdo frente al pliego de peticiones entregado por los trabajadores. Entre otros temas, estos últimos buscan tiempo libre adicional para los dirigentes sindicales, pero además tienen auxilios para el matrimonio.

Productores del agro

Por otra parte, mientras productores de papa, cebolla, leche, panela y café paralizaron alguna parte del país para reclamar por el futuro del sector agropecuario, en las ciudades otro sector de la población sufre la carencia de alimentos y la carestía.

Los costos de esta parálisis no se saben. Sin embargo, el presidente de Asotrans, Marino Quintero, asegura que las pérdidas de los transportadores intermunicipales son incalculables.

“Desde el primer día de paro prácticamente no se enviaron carros entre Bogotá y Boyacá, tampoco al sur del país, eso significa un lucro cesante que afecta a toda la cadena del transporte”, dice.

Solo entre Cali y Nariño se estima que se dejan de facturar 120 millones de pesos diarios por parte de las diferentes empresas de transporte. Por eso, afirmó Quintero le han solicitado al Gobierno Nacional que además de pólizas de terrorismo se tengan pólizas que cubran ese lucro cesante cuando se generen situaciones como las actuales.

Otros gremios como Asecarga se atreven a dar una cifra y calculan que el transporte de carga ha dejado de facturar 712.000 millones de pesos en todo el país.

Otras estimaciones privadas indican que el paro también ha dejado pérdidas acumuladas por más de un billón de pesos (555 millones de dólares, aproximadamente) y al menos cinco personas muertas, la última de ellas este mismo lunes.

Entre las soluciones a las que parece haber llegado el Gobierno con los campesinos y agricultores, se asegura que podrían comprometer recursos por 4 billones de pesos del presupuesto del año entrante, con lo que desde ya se presenta un desbalance de este proyecto que está en curso en el Congreso.

El Presupuesto

Precisamente y en medio del debate que busca darle vía libre al presupuesto nacional, desde el Congreso los conservadores dejaron claro que no votarán el proyecto de ley hasta tanto se eleve la partida que está destinada para el Ministerio de Agricultura y, en esa misma ruta, para el agro colombiano, que protagoniza el undécimo día de paro nacional, con afectaciones millonarias para los agricultores, transportadores y hasta para la canasta familiar.

“Los senadores integrantes de la bancada conservadora y los miembros que representan al Partido en las Comisiones Económicas del Congreso Nacional observamos con profunda preocupación cómo el presupuesto del Ministerio de Agricultura para la vigencia del año 2014 disminuye ostensiblemente tanto en la inversión como en el funcionamiento un 44 por ciento aproximadamente, lo que no se compadece con las crecientes necesidades del agro colombiano, sobre todo en este momento en que pasa por un periodo crítico”, informaron en un comunicado de prensa.

A la par, la senadora Maritza Martínez,  recalcó que el próximo año el presupuesto de inversión del mismo ministerio se reduce 37 por ciento, lo que se traduce en $897 mil millones. “El presupuesto para el ICA también baja en un 27 por ciento, quedando en $131 mil millones”.

Aunque para la vigencia 2013 el presupuesto para el sector agropecuario es de $2,6 billones, en 2014 la propuesta del Presupuesto General de la Nación plantea que los recursos para el agro lleguen en total a $2,1 billones, cifra que representa un 1,4 por ciento del total ($199,9 billones). De este monto, $1,68 billones serían destinados a inversión y $420 mil millones a gastos de funcionamiento.

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ya anunció que se reunirá con las bancadas económicas del Congreso para estudiar posibles adiciones presupuestales al sector agropecuario, teniendo en cuenta que por decisión de Gobierno ya se expusieron las primeras medidas de apoyo, entre las que se incluye la baja en los precios de los agroinsumos. Recientemente el ministro de Agricultura, Francisco Estupiñán, le había pedido al Congreso que estudiara la posibilidad de aumentar los recursos para el sector.

Otro gran desbalance que debe tener en cuenta el Gobierno es el  del Presupuesto con algunos sectores que fueron mal planificados.

Sostiene el analista y ex senador, Amylkar Acosta que “el caso más patético es el del petróleo, en cuyas proyecciones se les fueron las luces tanto al Gobierno como al Congreso al aprobar el PGN y el Presupuesto bianual del SGR para este año con precios del crudo de U$$101 el barril en el primer caso y de US$95 en el segundo, cuando se sabía a ciencia cierta que tales proyecciones estaban desfasadas con respecto a la realidad”.

Señala el experto: “¿qué pasó? Que ahora nos sale el Ministro Cárdenas con unas largas y otras cortas”, según él ahora “estamos proyectando una reducción de US$10 del precio del crudo colombiano, que pasa de US$101 a US$91 el barril. Huelga decir que por cada dólar menos al que se cotice el barril de crudo el Estado deja de recibir $302 millardos al año, es decir que se dejarían de recibir más de $3 billones, aproximadamente”.

Indica Acosta que “por ello no les tomó por sorpresa a los agentes del mercado los anuncios que hizo el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas el 28 de diciembre (¡y no fue ninguna inocentada!) al presentar el cierre fiscal del 2012 y la revisión del Plan financiero correspondiente al 2013. En efecto, al desnudar la realidad de lo que sería el comportamiento de las finanzas del Estado en 2013, dejó en claro el Ministro Cárdenas que el déficit fiscal del Gobierno central este año será del 2.4 por ciento, el mismo del año anterior y no del 2.2 por ciento como se preveía en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP). Estamos hablando, entonces de un déficit no despreciable de $17.7 billones, $1.8 billones por encima del cálculo inicial  (¡!)”.

Explica Amylkar Acosta que “y no es para menos, dado que los ingresos totales del Gobierno en 2012 a $106.9 billones, $700 millardos por debajo de lo previsto en el MFMP. El Director de la DIAN Juan Ricardo Ortega, que aspiraba recaudar en 2012 $100 billones, se tuvo que contentar con ‘$95.2 billones, $1.3 billones menos que lo calculado en junio’. Por esta razón se debió ajustar a la baja la meta de recaudo para el 2013 en $1.4 billones menos y ello sin contar con el descuadre que al final le causó la reforma tributaria, cuyo costo supera los $500 millardos” .

Consumo para impulsar crecimiento

Tras dos años de desaceleración debido a medidas preventivas y de política monetaria, los  mercados esperan que en el tercer trimestre del año se presente un repunte del consumo y de las ventas minoristas.

De acuerdo con algunos analistas privados, algunos indicadores sugieren que la recuperación del consumo podría haber comenzado incluso en el segundo trimestre del 2013.

En particular, las ventas minoristas repuntaron un 5.7 por ciento anual en abril, después de haber registrado una tasa de crecimiento promedio del 0.9 por ciento en el primer trimestre.

Asimismo, la confianza del consumidor se ubica actualmente en 27 4 por ciento el nivel más 27.4 por ciento, alto de los últimos 16 meses y considerablemente superior al nivel mínimo de los últimos dos años registrado en marzo (14.8 por ciento).

Cabe recordar que la correlación entre esta última variable y la tasa de crecimiento del consumo final de los hogares reportado por el DANE es de 0.85, nivel considerado alto. Por su parte, la creación de empleo a nivel nacional creció 2 3 por ciento anual en mayo, la mayor tasa de los últimos 10 meses. Con este comportamiento, las expectativas resultan favorables de cara a los próximos trimestres.

De hecho, el Banco de la República en sus últimas minutas, destacó que, según la Encuesta Mensual de Expectativas Económicas (EMEE) con datos hasta abril, las expectativas de ventas del comercio son mayores que las registradas en promedio para el primer trimestre del año.

Por otra parte, los analistas consideran que respecto al crecimiento, las cifras de actividad estuvieron ‘contaminadas’ en el primer trimestre del año por cuenta del menor número de días hábiles frente al año pasado así como por los paros que se realizaron en varios sectores de la PIB real por el lado de la oferta (entre los que se destacaron carbón, níquel y café).

En todo caso, se destaca el significativo crecimiento del PIB de la construcción durante el período (17 por ciento anual), resultado de un dinamismo tanto de las edificaciones (16 por ciento anual) como de las obras civiles (17.5 por ciento anual).

De acuerdo con lo anterior, la inversión bruta de capital fijo lideró la expansión de la economía desde el lado de la demanda durante el primer trimestre, al registrar un crecimiento del 7.2 por ciento anual.

Asimismo, la dilución de los factores coyunturales observados en el primer trimestre, conjuntamente con el impacto favorable esperado de las medidas de PIB real por el lado de la demanda política adoptadas tanto por el Banco de la República como el gobierno (el subsidio a la tasa de interés hipotecaria, el adelanto de algunas obras de infraestructura correspondientes a la vigencia 2014 y la entrega de subsidios directos a sectores como el cafetero), el efecto de la depreciación del peso sobre sectores como la industria y la agricultura (e incluso el propio sector minero-petrolero) y la recuperación gradual esperada de la actividad económica de los países desarrollados, permiten prever que el crecimiento de 2.8 por ciento anual registrado en el primer trimestre del año se constituirá en el mínimo del actual ciclo.

Señalan los expertos que en general, la mayor parte de los indicadores líderes disponibles para el segundo trimestre dan cuenta de una aceleración de la economía, tendencia que debería consolidarse en el segundo semestre, si bien siguen presentándose riesgos (sector externo y amenaza de nuevos paros).

Hoteles

En junio de 2013, los ingresos reales de los hoteles disminuyeron 3,1 por ciento con relación al mismo mes de 2012 y el personal ocupado registró un incremento de 1,1 por ciento en el mismo periodo, señaló el director del DANE, Jorge Bustamante R. “El principal motivo de viaje de los residentes colombianos alojados en los hoteles fue ocio, con una participación de 48,2 por ciento en el total; le siguen en orden de importancia, negocios (43,2 por ciento) y convenciones (5,1 por ciento). Para los no residentes, el principal motivo de viaje fue negocios (62,3 por ciento), seguido por ocio (25,0 por ciento) y  otros motivos (7,8 por ciento)”, indicó Bustamante R.

La tasa de ocupación de los hoteles fue 51,7 por ciento, cifra inferior en 0,7 puntos porcentuales a la registrada en junio de 2012.

En el primer semestre del año 2013, los ingresos reales de los hoteles disminuyeron 1,9 por ciento y el personal ocupado aumentó 0,5 por ciento, con relación a igual período de 2012.

El porcentaje de ocupación hotelera en el primer semestre del año llegó a 50,7 por ciento, cifra inferior en 1,8 puntos porcentuales a la del mismo período del año anterior.

En los últimos doce meses hasta junio de 2013, los ingresos reales de los hoteles aumentaron 1,3 por ciento y el personal ocupado aumentó 1,9 por ciento, con relación al año precedente. El porcentaje de ocupación hotelera fue 52,6 por ciento, cifra inferior en 0,5 puntos porcentuales a la del año precedente.