El parlamento israelí tiene previstp pronunciarse el miércoles sobre un polémico proyecto de ley sobre las colonias judías en territorios palestinos, que de ser aprobado podría colocar a Israel en una difícil posición internacional.
El proyecto de ley apunta a legalizar miles de implantaciones de viviendas construidas por los colonos en Cisjordania, empezando por la más emblemática de todas, la de Amona, que en principio debe ser demolida antes del 25 de diciembre.
El voto sobre este proyecto de Ley servirá para medir la fuerza del lobby de la colonización dentro del parlamento y el gobierno de Israel.
El voto preliminar de este miércoles pone en difícil situación a la coalición gubernamental, enfrentada a su prueba más crítica desde su formación en mayo de 2015.
Da lugar a un pulso entre el primer ministro Benjamin Netanyahu y el partido Hogar Judío del ministro de Educación Neftali Bennett.
Por el momento, es imposible determinar si el proyecto será aprobado o no durante la jornada.
El domingo pasado, el proyecto superó una primera etapa al obtener la mayoría, con los votos de siete ministros en la comisión gubernamental.
Pero ese voto favorable se hizo contra la opinión del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Los ministros de Hogar Judío, partido nacionalista y religioso defensor de los colonos, desafiaron al jefe de gobierno y obtuvieron el apoyo de cinco ministros del Likud, el partido de Netanyahu.
Por su parte, el ministro de Finanzas, Moshe Kahlon, que dirige el partido Koulanou (Todos Nosotros) anunció que no votará el proyecto de ley.
El voto de otros partidos de la coalición, los ultraortodoxos o los ultranacionalistas de Avigdor Lieberman, es incierto.
Los diputados de Hogar Judío votarán en forma unánime a favor del proyecto.
Bennet y la ministra de Justicia, Ayelet Shaked, también del partido Hogar Judío, promotores del proyecto, dirigen la rebelión contra Netanyahu.
El proyecto apunta en primer lugar a impedir el desmantelamiento de la colonia de Amona, donde viven unas cuarenta familias israelíes en Cisjordania, territorio palestino ocupado desde 1967.
La Corte Suprema israelí ordenó recientemente la evacuación de Amona, considerada ilegal, antes del 25 de diciembre.