Los diputados canadienses aprobaron formalmente este martes de noche la participación militar de su país durante seis meses en la coalición internacional contra el grupo Estado Islámico (EI) en Irak.
Como estaba previsto, la mayoría parlamentaria conservadora aprobó el plan del primer ministro Stephen Harper, por 157 votos a favor y 134 en contra.
El Partido Liberal (centro-derecha) y el Nuevo Partido Democrático (izquierda), opositores, habían advertido la semana pasada que se opondrían a esa intervención militar, la primera de las Fuerzas Armadas canadienses desde la campaña aérea en Libia en 2011.
Harper excluyó cualquier envió de tropas de combate al terreno: la misión canadiense prevé enviar seis aviones caza F-18 como máximo, en avión de reavituallamiento en vuelo, dos de vigilancia y un aparato de transporte de personal. Ese despliegue involcurará a 600 militares, según la oficina del primer ministro.
Esta intervención es apoyada por el 64% de los canadienses y 36% la desaprueban, según un reciente sondeo encargado por el diario Globe and Mail.