Los diputados británicos iniciaron un debate de dos días sobre la polémica reforma de la Cámara de los Lores impulsada por la coalición gubernamental pero que divide al partido Conservador del primer ministro David Cameron.
Uno de los principales defensores de la reforma, el vice primer ministro Nick Clegg, cuyo partido liberal demócrata es el socio minoritario de la coalición gubernamental, fue el encargado de presentar a los diputados el proyecto que debería ser votado a última hora del martes.
Clegg afirmó que la Cámara de los Lores, la cámara alta no electa del parlamento británico formada por más de 800 miembros vitalicios y en algunos casos hereditarios, es una "institución defectuosa" y "sin mandato democrático".
"Creemos que la gente que hace las leyes debe ser elegida por la gente sujeta a esas leyes", declaró Clegg.
"Sin embargo, somos actualmente uno de los dos únicos países en el mundo, con Lesotho, con una cámara alta parlamentaria totalmente no electa y selecciona a sus miembros por derecho de nacimiento y padrinazgo", agregó el vice primer ministro.
La reforma prevé reducir el número total de Lores de los más de 800 actuales a 450, en su mayoría (80%) elegidos por sufragio universal gradualmente de aquí a 2025, para un mandato de 15 años no renovable.
El 20% restante sería designado por una comisión específica, por criterios no partidistas. El número de obispos de la Iglesia anglicana con escaño también debería pasar de los 26 actuales a 12.
Esta reforma, uno de los caballos de batalla de los liberal demócratas, figuraba en el programa de la coalición desde su creación en mayo de 2010, pero numerosos 'Tories' se oponen afirmando que rompería el equilibrio reinante entre la Cámara de los Comunes y la de los Lores.
Alrededor de 7O diputados conservadores firmaron una carta en la que advierten que la reforma de la Cámara de los Lores "añadirá una crisis constitucional a la crisis económica" y piden más tiempo para examinarla que los 10 días de debate previstos por el gobierno.
Los diputados de la oposición laborista dicen respaldar una reforma, pero tampoco están de acuerdo con el calendario. "Esta reforma supondrá un acuerdo duradero entre el parlamento y el pueblo británico, por lo que tenemos que hacerlo bien", declaró el portavoz laborista de Justicia, Sadiq Khan.