Parlamentarios japoneses visitan santuario Yasukuni | El Nuevo Siglo
Lunes, 21 de Abril de 2014

Parlamentarios y otros políticos japoneses visitaron masivamente, este martes, el controvertido santuario Yasukuni de Tokio, lo que puede irritar a China en particular, la víspera del comienzo de una gira asiática del presidente estadounidense Barack Obama.

Casi 150 parlamentarios y ministros conservadores rezaron en el lugar en que se homenajea a los muertos por la patria en diferentes conflictos bélicos, entre los que figuran 14 criminales de guerra condenados a muerte tras la II Guerra Mundial, informó un portavoz.

Entre los asistentes se encontraba el ministro de Asuntos Internos y Comunicaciones del gobierno conservador de Shinzo Abe, Yoshitaka Shindo, quien rezó en el lugar. Éste ya había estado en el santuario algunos días atrás. También lo había hecho Keiji Furuya, presidente de la Comisión Nacional de Seguridad Pública, un cargo con rango ministerial.

Los parlamentarios conservadores japoneses también lo visitaron masivamente al cumplirse un nuevo aniversario de la capitulación japonesa, que tuvo lugar el 15 de agosto de 1945.

"Las almas honradas son de quienes sacrificaron sus vidas por el país", dijo el senador Hidehisa Otsuji, "mi padre fue uno de ellos", añadió.

Como la gran mayoría de los presentes, Otsuji es miembro del Partido Liberal-Demócrata (PLD, derecha conservadora), presidido por Abe.

Esta visita de los políticos nipones se inscribe en el marco del festival de Primavera de este sitio de culto sintoísta, inagurado el lunes y que dura tres días, y tuvo lugar la víspera de la llegada a Tokio del presidente estadounidense Barack Obama.

China y Corea del Sur lo ven como un recordatorio del pasado militarista nipón y lanzan duras críticas cuando el lugar es frecuentado por personajes políticos, afirmando que buscan atizar el fuego de la controvertida situación actual de sus relaciones.

El propio Abe, obsequió el lunes un árbol al controvertido santuario, también con motivo de la festividad primaveral.

Abe no se desplazó al templo sino que envió al mismo un "masakaki", un árbol considerado sagrado, coincidiendo con la inauguración del festival, indicaron la víspera la agencia Jiji y otros medios informativos japoneses.

Esta ofrenda del árbol hace interpretar a los medios de comunicación y especialistas que Abe no acudirá al santuario en estos días, pero sí lo hizo en diciembre pasado para celebrar el primer aniversario de su regreso al poder.

Esta primera visita de un jefe de gobierno japonés desde 2006 enfadó a Pekín y Seúl, cuyas relaciones con Tokio están minadas también por litigios territoriales en los mares de China y Japón, y se convierte en algo aún más delicado ante la inminente llegada de Barak Obama en visita a la capital nipona.

Éste llegará la noche del miércoles a Tokio y se quedará hasta el viernes, en el marco de una gira asiática y pedirá a sus aliados japonés y surcoreano que mejoren sus relaciones.

 

- Indignación de los vecinos -

 

El lunes, la agencia de prensa oficial china Xinhua fustigó la ofrenda de Abe, a la que tildó de "provocación". "El regalo de Abe no es otra cosa que una bofetada" al presidente Obama, cuya administración desea bajar la tensión en una región del mundo considerada prioritaria por Washington, añade.

"Nuestro gobierno sólo puede deplorar la ofrenda de Abe al Yasukuni, que honra a criminales de guerra y glorifica las invasiones y colonizaciones pasadas por parte de Japón", criticó por su parte el ministerio de Relaciones Exteriores surcoreano.

La tensión es actualmente muy elevada en el noreste de Asia, no sólo por las querellas históricas que aún siguen vivas en la memoria de chinos y surcoreanos, sobre todo, sino a causa de los diferendos territoriales que Tokio mantiene actualmente con Pekín (respecto a las islas Senkaku/Diaoyu en el mar de China oriental) y con Seúl (por las islas Takeshima/Dokdo en el mar de Japón -llamado del Este por los coreanos).

Yasukuni, ubicado en el corazón de Tokio, honra a los 2,5 millones de japoneses caídos en diferentes conflictos, pero entre ellos figuran los 14 criminales de guerra mencionados, condenados a muerte en 1945 por los Aliados tras la derrota nipona en la Segunda Guerra Mundial./AFP