Pardo, sinónimo de radio. La Barca aplaude las celebraciones en el país entre el sábado y el miércoles últimos, que resultaron verdaderamente gratificantes:
1) El merecido reconocimiento de que fue objeto, por su vida y obra, el maestro Antonio Pardo García, gran precursor del periodismo radial y eximio formador de reporteros, en “La noche de los mejores”, gala con la que el CPB (Círculo de Periodistas de Bogotá) suele celebrar el 9 de febrero, día clásico del periodismo colombiano.
2) Los generosos despliegues que se hicieron el miércoles 13 de febrero con motivo del Día Mundial de la Radio, proclamado por la Unesco. En este medio juega Colombia papel protagónico en América.
El Guillermo Cano. La junta directiva del CPB, que preside el hiperactivo William Giraldo Ceballos, le confirió el premio Guillermo Cano Isaza a don Antonio Pardo García por su rutilante carrera de 62 años en la radiodifusión colombiana, el medio de mayor penetración en el país.
Le hizo entrega del galardón al papá de todos los radioreporteros, en el auditorio de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, doña Ana María Busquets de Cano, la viuda del inmolado director de El Espectador.
El querido personaje -referente clave en la historia del periodismo nacional- derramó emocionadas lágrimas al subir al escenario. Ni él o su señora, la también periodista Miriam Rojas, se esperaban semejante sorpresa.
Los inicios. El maestro Pardo dejó su sello personal a su paso por las tres grandes cadenas radiales colombianas.
Aterrizó para fortuna del medio en Emisoras Nuevo Mundo, de Caracol, por feliz iniciativa de don Fernando Londoño Henao, quien lo sacó del diario La República.
Su arribo al medio significó la muerte de la “tijera press”, peyorativo que se le daba a los radionoticieros que tomaban descaradamente las noticias de los periódicos. De su mano, se invirtieron los papeles y los diarios pasaron a depender de la radio, noticiosamente hablando.
En su primera época, en Caracol, creó Pardo productos tan exitosos como “Última Hora” y “El Personaje de la semana”. En su segundo tiempo caracolero estuvo en el nacimiento de 6 am-9 am con Amat, Castellanos y Nieto.
Otras marcas. También brilló en la conducción de Todelar, medio que procura resucitar Edgar Artunduaga con el apoyo de un grupo encabezado por Antonio Morales, creador de “Godofredo Cínico Caspa”, personaje que popularizó el inmolado humorista Jaime Garzón. Y se destacó, en RCN, en la parte gerencial y de producción, hasta cuando accedió a la pensión, en el 2005. Con él no se debe hablar de jubilación, porque “El talento no se jubila”, título de la autobiografía de Eucario Bermúdez, uno del millón de amigos que le ha dado la radio que contribuyó a hacer grande. Tienen nicho propio en la historia de la radio (sobre la que escribe documentado libro) sus memorables transmisiones de la trágica olimpiada de Munich; la visita del Papa Paulo VI y los Panamericanos de Cali.
¿Cuándo vendrá el Simón Bolívar para el maestro Pardo?