Un compromiso real de perseguir agresivamente la evasión fiscal, fue la petición de las autoridades australianas al G20, coincidiendo así con las revelaciones de las concesiones que ofrece Luxemburgo a las multinacionales.
El cierre de las lagunas fiscales de las que se benefician las empresas y la dotación de reglas comunes para aumentar la transparencia, centran la agenda del G20 que se celebra en Brisbane, Australia.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió que el final de los paraísos fiscales incentivará la competencia entre países para atraer empresas del mundo digital como Apple and Google.
Los líderes de las mayores economías del planeta quieren asegurarse de que las multinacionales pagan impuestos allá donde obtengan beneficios, en vez de recurrir a complejas estructuras financieras que les permitan eludir pagos, privando a los gobiernos de miles de millones de ingresos.
La opacidad de los acuerdos fiscales que ha realizado Luxemburgo con una serie de compañías, cuando era primer ministro Jean-Claude Juncker, actual presidente de la Comisión Europea, se ha erigido en un ejemplo para el G20.
Prácticas
La anfitriona Australia ha convertido la evasión fiscal en uno de los puntos clave de su presidencia del G20. Su ministro de Finanzas, Joe Hockey, dice que esta práctica equivale a un “robo”.
Pidió que estas prácticas se persigan “muy agresivamente” en el G20, lo que cuenta con el apoyo de Estados Unidos.
“Al principio, estaban muy cautelosos, pero Estados Unidos ha perdido ingresos de muchas de estas grandes multinacionales”, dijo.
El gobierno estadounidense ha perseguido con denuedo a sus propios contribuyentes con cuentas en el extranjero, en lugares como Suiza.
“Ahora, con todos comprometidos con el plan y todos comprometidos con los resultados del plan, estoy confiado en que vamos a empezar a ver algunos métodos muy agresivos con las grandes multinacionales”, dijo Hockey.
El responsable del departamento sobre evasión fiscal de la OCDE, Pascal Saint-Amans, dijo que el plan de la organización contra la base erosiva y el desvío de beneficios (BEPS) acabará con los paraísos fiscales, pero no eliminará las ofertas fiscales, más bien al contrario, se aumentarán en la medida en que los países van a competir por las inversiones empresariales en términos más igualitarios.
“Si deja de haber paraísos fiscales, entonces los países se enzarzarán en una competición con imposición más atractiva”, dijo a Fairfax Media, agregando que algunos países podrán reducir la fiscalización de las empresas cuando se introduzca el BEPS.
“El BEPS pone fin a la dañina competición fiscal, pero no a toda. Algunos países pueden hacerse más atractivos con la reducción del porcentaje de su imposición. Creemos que eso es aceptable”.
De otro lado, Gran Bretaña y la anfitriona Australia criticaron con dureza la actitud de Rusia en la crisis ucraniana, en víspera de un G20 con aires de Guerra Fría, con navíos rusos ante la costa australiana y advertencias de Moscú contra Francia.
Sanciones
En un discurso ante el parlamento australiano, el primer ministro británico David Cameron advirtió a Rusia que se expone a más sanciones si no se compromete a resolver la crisis en Ucrania.
Cameron, igual que su homólogo australiano Tony Abbott, utilizó palabras muy severas contra el presidente ruso Vladimir Putin, que llegó a Brisbane. Rusia se comporta como un “gran Estado que agrede a los más pequeños estados en Europa”, afirmó el jefe de gobierno británico.
Abbott denunció por su lado el incremento de las actividades militares rusas en todos los frentes, y citó la aparición de varios navíos de la marina rusa en el norte de las costas australianas.
“Que se trate de agredir a Ucrania, de vuelos de aviones militares en el espacio aéreo de Japón o de los países europeos, y ahora de la presencia de su fuerza naval en el Pacífico Sur, Rusia está más segura de sí misma de lo que ha estado desde hace mucho tiempo”, dijo Abbott.
“Rusia sería mucho más atractiva si aspirara a ser una superpotencia por la paz, la libertad y la prosperidad, en lugar de intentar recrear la gloria perdida del zarismo o de la Unión Soviética", añadió.