Dos ex presidentes y varios ex ministros compiten por 257 sillas en la Cámara y 72 en el Senado. Con el kirchnerismo dividido, los favoritos son los de Cambiemos, coalición de Macri, que hoy domina el Parlamento con mayorías relativas
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SE HABLA poco, casi nada, de las elecciones legislativas de hoy. Después de 81 días, el cuerpo de Santiago Maldonado, un joven activista que desapareció luego de una marcha Mapuche, apareció en un río del Sur de Argentina, acaparando la atención de medios y votantes que en la noche del viernes encendieron de nuevo las cacerolas para protestar contra el Estado.
El drama, finalmente, parece haber terminado. Pero en Argentina, como en ninguna otra parte del mundo, los casos judiciales toman una tonalidad oscura y perversa que despierta el interés de todos, como si se tratara de un reality.
Pará, son elecciones
Pero ya, basta. Los argentinos ahora pueden respirar y poner el foco Cristina Kirchner, Carlos Menem y los candidatos de Mauricio Macri. Todos buscan que su coalición se convierta en la primera fuerza política del país, aunque los sondeos indican que, por ahora, el Presidente tiene casi asegurada la mayoría simple.
La política argentina es tan enredada como un cuento de Cortázar. La sombra del peronismo siempre prima sobre cualquier gobierno, sea de esa corriente política o no, pero esta vez, aparte de la retórica desaforada del argentino, hay dos ex presidentes en juego.
¡Quién iba pensar que Menem seguiría en la política! Con el pelo blanco como un copo de nieve, el líder político, famoso por sus escándalos judiciales, sigue en el ruedo desde su base política, la Rioja, en el norte de Argentina.
Tanto Menem como Cristina Kirchner dicen que la política económica de Macri los ha obligado a volver o seguir en la política. Las cifras, depende de dónde se vean, son favorables al Presidente.
En 2016, recién llegado, con los sindicatos golpeando la puerta de la Casa Rosada, Macri lanzó su reforma económica, reajustando el gasto público y elevando el nivel de gasto público. Rodeado de tecnócratas argentinos estudiados en las mejores universidades del mundo, ese año viajó a Nueva York para darle vuelta a la página que el kirchnerismo había fijado con los “fondos buitres”. Dijo que les iba pagar.
La economía, casi dos años después de su viaje, está mejor. No hay duda. Pero los efectos de su política fiscal tienen a más de uno molesto, “re caliente”. El año pasado la inflación llegó al 40%, la recesión siguió reinando y el aumento en los servicios de agua y luz en la provincia de Buenos Aires han hecho que la clase media compare a Macri con el neoliberalismo –fallido- de Raúl Alfonsín.
Cambiemos
Aburrido del peronismo, tanto en su versión de derecha como de izquierda, Mauricio Macri creó, en 2015, Cambiemos, un partido político que busca desmarcar la política de los mandatos del general.
De centro-derecha, esta coalición tiene una mayoría relativa de 87 diputados de 257 y 15 de 72 en el Senado. Estos números no son buenos ni malos, pero la gobernabilidad de Macri empieza a peligrar por el mediano respaldo legislativo que tiene y el reencauche de Cristina Kirchner.
Este domingo no cambia todo el panorama legislativo. Hoy se elige la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, definiendo si el Presidente consolida su proyecto o empieza, como suele pasar con los anti peronistas, la debacle de su gobierno. No parece lo segundo, al menos ahora.
“Estamos en el inicio de un largo camino”, dijo Macri al cierre de esta campaña electoral, explicando que sus reformas mostrarán su impacto positivo más adelante. Paciencia, es lo que pidió.
"El domingo elige la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, definiendo si el Presidente consolida su proyecto o empieza, como suele pasar con los anti peronistas, la debacle de su gobierno "
En la baraja del expresidente de Boca, hay dos candidatos que lideran el grupo oficialista. Por Buenos Aires, Elisa Carrió, abogada con una importante trayectoria, busca llevarse la mayoría de votos en la capital, situación que parece asegurada, según las encuestas.
El Presidente también apuesta por Esteban Bullrich, exministro de Educación, quien dijo en una entrevista con La Nación, de Buenos Aires, que “Juan Domingo Perón votaría por Cambiemos si estuviera vivo”, en una réplica a Cristina Kirchner, quien suele usar el nombre del general para asegurar seguidores.
De 48 años, Bullrich compite por la provincia de Buenos Aires, la región más poblada de Argentina (17 millones de personas), con la expresidenta y Sergio Massa, ambos representantes del peronismo de izquierda, pero con amplias diferencias que los han llevado a dividirse.
La división
La izquierda dicen que se divide más que la derecha. Argentina no es la excepción. El peronismo socialista hoy está dividido entre la centroizquierda de Cristina Kirchner y el centro de Sergio Massa, exintegrante del kirchnerismo durante las elecciones presidenciales.
En un principio, Massa creyó que el terreno en la izquierda lo tenía asegurado. Pero Cristina Kirchner, investigada por presuntos actos de corrupción, no aguantó hacer oposición desde Twitter y regresó al Congreso, donde comenzó en la política.
“La candidatura no fue una decisión personal. Fue colectiva. Entendíamos que había una representación política vacante y había que ponerle un freno al Gobierno y al ajuste”, le explicó la expresidente a El País de España, cuando se le preguntó sobre su vuelta.
El endeudamiento desaforado de Macri ha sido el principal motivo de la expresidenta para volver. “Estamos a tiempo de poner un límite, no dejemos que estas políticas sigan avanzando y endeudando al país”, dijo.
En su primera elección, en las primarias de agosto, Kirchner obtuvo 20.000 votos más que el oficialismo. Este repentino triunfo, mediado por su coalición, Unidad Ciudadana, demuestra que, si bien mantienen sus bases electorales, ya no cuenta con la fuerza política que la llevó a gobernar dos veces Argentina.
En las encuestas se estima que volverá al Congreso, pero el número de parlamentarios que jalonará su coalición no será el esperado, en parte, por la división con Massa, que le quitará un número importante de votos.
El polémico riojano
El riojano no para. ¡Pará, Carlos!, le piden los argentinos, pero a sus 87 años Menem buscar reelegirse por tercera vez en el Congreso. Representante de la versión de centro-derecha del peronismo, el polémico expresidente no da el brazo a torcer. Quizá es el político con más edad en Latinoamérica.
En 2013, fue condenado a siete años de prisión por contrabando de armas a Croacia y a Ecuador, cuando era presidente, pero pudo eludir la cárcel por los fueros parlamentarios. Nacido en La Rioja, tierra de grandes viñedos, el expresidente aparentemente sigue en la política por su obsesión por representar a su región y ¿para no ir tras la rejas?
Algunos estiman que, en medio de nuevas revelaciones de corrupción, Cristina Kirchner va por el mismo camino, ya que en los fueros parlamentarios no permiten que un congresista sea detenido.
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