Papa insta a nuevo modelo económico | El Nuevo Siglo
Viernes, 19 de Junio de 2015

El hombre  , como parte esencial de la creación de Dios y señalado por éste como el guardián del planeta, se ha convertido en el principal enemigo de la supervivencia no sólo de la suya, sino del orbe.

Esta es la premisa filosófica sobre la cual el papa Francisco sustenta la encíclica “Laudato si, (Alabado seas), la que ha sido considerada como el pronunciamiento más histórico y drástico de pontífice alguno en materia del riesgo ambiental a que está expuesta toda la humanidad.

Un   planeta amenazado por el consumismo y la concentración de la riqueza, que comienza a tener devastadores efectos por el calentamiento global, es la  preocupante radiografía que presenta el  papa Francisco en el documento de 192 páginas, y que va desde la interpretación de la Génesis misma, pasa por las reflexiones de muchos de sus antecesores sobre el tema  y concluye en un llamado de acción a toda la humanidad, sin distingo de razas, credos o posiciones.

El vital tema para el futuro de la humanidad, inclusive ha sido parte del diálogo ecuménico que Francisco desde que asumió el trono de San Pedro ha sostenido con otros jefes religiosos, como el patriarca Bartolomeo I.

Analistas y vaticanólogos rotulan la propuesta papal como una “revolución valiente” para salvar el planeta y destacan que debe comenzar por un cambio en la actitud y forma de vida de cada cual.

En la encíclica, el papa Francisco habla claro y fuerte. Señala sin rodeos a la política, a la tecnología y a las finanzas de depredar el medio ambiente y generar pobreza. "La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilo de vida, de producción y de consumo", escribió el papa.

Ante esta situación plantea un nuevo modelo de desarrollo económico sostenible y con justicia social, es decir, pensando en los pobres que son los que más vulnerables ante las desigualdades y los efectos del cambio climático.

Francisco acusa a "la política y a las empresas de no estar a la altura de los desafíos mundiales", tras haber hecho un "uso irresponsable de los bienes que Dios ha puesto" en la Tierra.

El papa argentino condena con palabras firmes el consumismo y el capitalismo salvaje y los señala como responsables de la degradación de la "madre y hermana Tierra", como la llama.

"La Tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería", lamenta el pontífice.

Escuchemos el "gemido de la hermana Tierra", acosada por un brutal cambio climático y la "cultura del descarte", pide.

La primera encíclica que se le puede atribuir completamente al pontífice argentino, ya que la precedente fue escrita a cuatro manos con Benedicto XVI, es un texto "contundente y desafiante", que marcará "un antes y después", según numerosos vaticanistas.

"No es neutral, está escrita desde el mundo empobrecido, desde el Sur", comentó el obispo de Aysen, Luis Infantil, para la página internet Religión Digital.

El texto fue publicado en seis idiomas, entre ellos español, y presentado por el presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, el cardenal Peter Turkson; el metropolitano de Pérgamo John Zizioulas, en representación del Patriarcado Ecuménico y de la Iglesia Ortodoxa; y el profesor John Schellnhuber, fundador y director del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático.

 Contra el mercado divinizado

 "Hoy 'cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta'", escribe el papa.

La encíclica verde es un llamado "urgente" a una "valiente revolución cultural" que ponga fin al "desenfreno megalómano", al consumismo, a las desigualdades, recalcó.

Francisco propone ante todo un nuevo modelo de desarrollo, basado en la sobriedad y la solidaridad, y analiza a lo largo de varios capítulos las razones del deterioro del planeta y de cómo las estructuras de poder lo han ocasionado.

"Ha llegado la hora de aceptar cierto decrecimiento en algunas partes del mundo aportando recursos para que se pueda crecer sanamente en otras partes", escribió.

El pontífice argentino exige que se pongan "límites" porque es "insostenible el comportamiento de aquellos que consumen y destruyen más y más, mientras otros no pueden vivir de acuerdo con su dignidad humana".

 La deuda ecológica

 Francisco denuncia el actual sistema económico mundial que usa la "deuda externa como instrumento de control" y acusa a los países ricos de no reconocer la "deuda ecológica" que tiene con los países en vías de desarrollo.

Tienen una "deuda ecológica" con "los pueblos en vías de desarrollo, donde se encuentran las más importantes reservas de la biosfera y que siguen alimentando el desarrollo de los países más ricos a costa de su presente y de su futuro", recalca.

El pontífice latinoamericano, que se inspiró en San Francisco de Asís, el santo defensor de la naturaleza y los pobres, teme una guerra por el agua, denuncia la pérdida de la biodiversidad y la desigualdad entre regiones ricas y pobres.

El documento está dirigido a todo el mundo, y no sólo a los católicos, y pide ante todo "responsabilidad" de cara a la destrucción del planeta.

Presentado tan sólo seis meses antes de la cumbre de Naciones Unidas sobre el calentamiento climático, prevista en diciembre en París, el documento influirá en la comunidad internacional.

"El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las cumbres mundiales", lamentó.

"Esta encíclica tendrá un impacto muy fuerte, ningún papa había tomado partido así. Es el fruto de una pasión inmensa", comentó Christiana Figueres, presidenta de la convención de la ONU para el cambio climático.

Esa posición genera también críticas y reacciones, por lo que no se excluye campañas en su contra, basadas en estudios científicos y financiadas por el sector petrolero e industrial con inmensos intereses

Aplauso mundial

Las reflexiones del pontífice fueron de buen recibo no sólo por las organizaciones ambientalistas, sino por los líderes mundiales, esos mismos a quien Francisco los conmina a actuar rápida y comprometidamente ante un planeta que “agoniza”.

"Admiro profundamente la decisión del papa de llamar a la acción sobre el cambio climático de manera clara, fuerte, y con toda la autoridad moral que su posición le confiere…Como el papa Francisco dijo con elocuencia), tenemos la responsabilidad de proteger a nuestros hijos, y a los hijos de nuestros hijos, de los impactos devastadores del cambio climático", manifestó el presidente norteamericano Barack  Obama.

El mandatario se identificó con el mensaje papal de proteger en particular a los pobres, "que son los que tienen más que perder" debido al aumento de las temperaturas del planeta.

Obama añadió que desea abordar el tema directamente con el pontífice, cuando éste visite la Casa Blanca el 23 de septiembre.

Entre tanto su homólogo francés, Francois Hollande manifestó que “Francisco vuelve a colocar el tema ecológico en una perspectiva humanista" y se mostró esperanzado en que esa voz particular del Pontífice sea “escuchada en todos los continentes, más allá del ámbito de los creyentes".

El Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon,  utilizó las palabras papales para exhortar a los gobiernos a actuar.  "La humanidad tiene la obligación de proteger nuestra casa común, el planeta Tierra, y mostrarse solidaria con los más pobres y más vulnerables, que sufren más los efectos del clima", dijo.

Por su lado, el presidente de la Conferencia de las Partes (COP), que se reunirá a fin de año en Paris para buscar un acuerdo que frene el calentamiento global, Manuel Pulgar, dijo que la encíclica papal “es un elemento que suma significativamente al debate climático, es una llamado a la acción y una invocación a la toma de conciencia sustentado en el valor ético de la responsabilidad que tenemos para salvar el planeta".

Finalmente, las  asociaciones ecologistas italianas, entre ellas Greenpeace, Legambiente y WWF, no solo elogiaron  la encíclica papal, sino que convocaron a una marcha el domingo hasta plaza San Pedro para aplaudir al pontífice argentino.

"Muchos de las batallas que por años hemos librado los ecologistas en todo el mundo han recibido hoy el apoyo de una figura tan prestigiosa, que además lanza un pedido ético y espiritual ineludible, tanto para creyentes como para no creyentes", aseguró Cogliati Dezza, presidente de Legambiente./EL NUEVO SIGLO con AFP