Varios sectores del río Coello presentan alteraciones por actividades como agricultura, ganadería, industria y extracción de material de arrastre, pero los principales problemas están relacionados con la vía Panamericana.
Así lo evidenciaron expertos de la Universidad de Caldas, invitados al primer Workshop Internacional: “Ecología, biodiversidad y manejo de ríos andinos: cambio climático, agua y sostenibilidad”, organizado por la Facultad de Ciencias de la U.N. y realizado en Villa de Leyva.
Una de las conclusiones a las que llegaron los investigadores es que en los Andes colombianos y en general en el país, es necesario fortalecer las herramientas de diagnóstico, evaluación y aplicabilidad práctica sobre el uso y manejo sostenible de los ríos, mediante metodologías como la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE).
En ese sentido, señalaron que la EAE está en su fase de infancia-adolescencia en Colombia y solo algunos sectores cuentan con la reglamentación para su implementación.
Con respecto al río Coello, el cual que nace en el nevado del Tolima a 5.300 metros sobre el nivel del mar (m s.n.m.) y desemboca en el río Magdalena a 300 m s.n.m., los investigadores evidenciaron que la construcción del túnel de La Línea y los viaductos entre Ibagué y el departamento del Quindío causan remoción y erosión del suelo y sedimentación en el río Bermellón, afluente del Coello.
Adicionalmente, existen otros eventos de contaminación por aguas servidas, prácticas agropecuarias inadecuadas, deforestación para ampliar los monocultivos de arroz y sorgo, presencia de cultivos ilícitos, actividad minera y uso de agroquímicos.
Al mismo tiempo se presenta un conflicto creciente por el acceso al agua, entre los pequeños propietarios de la zona alta y los grandes productores de arroz de la parte baja, que se ha agudizado con la presencia del proyecto minero La Colosa.
La cuenca cuenta con un plan de ordenación y manejo de cuencas hidrográficas que establece los mecanismos para la ordenación de las 14 cuencas mayores no compartidas del Tolima.
Aunque el estudio arrojó resultados significativos para la toma de decisiones en torno al uso y manejo del agua en la cuenca, persisten algunos vacíos como la falta de monitoreo de factores fisicoquímicos, bacteriológicos y faunísticos, entre otros. Estos puntos pueden ser subsanados con la aplicación de un esquema EAE, que acompañe las revisiones de los planes de ordenamiento territorial en los municipios.
El profesor John Charles Donato, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional, señaló que “en este evento quedo en evidencia la necesidad de realizar un mayor esfuerzo en la investigación regional y en el estudio de patrones y mecanismos que expliquen la biodiversidad de los ríos colombianos”.