Pakistán investigaba el que podría ser el mayor escándalo de violación de niños de su historia, en el que cerca de 300 víctimas habrían sido filmadas en pleno abuso por hombres que después chantajeaban a sus familias.
Al menos 280 niños, la mayoría menores de 14 años, figuran en los centenares de sórdidos vídeos realizados desde 2007 en el pueblo de Husain Janwala, al suroeste de Lahore, la segunda ciudad del país, indicó Latif Ahmed Sara, un representante de las familias de las víctimas.
Estas últimas eran grabadas mientras uno o varios hombres las violaban o eran obligadas a mantener relaciones entre sí, informaron Sara y medios locales. Alrededor de 25 hombres estarían implicados.
"Se difundieron unos 300 vídeos, y en ellos aparece uno de cada dos niños de este pueblo", precisó el representante.
La magnitud del escándalo es tal que el primer ministro paquistaní Nawaz Sharif, que tiene en Lahore su principal feudo electoral, emitió un comunicado mostrando su "cólera" y "dolor" por lo ocurrido, y prometió que no se concedería ningún tipo de indulto a los culpables.
Su hermano, Shahbaz Sharif, jefe del gobierno provincial del Punyab, anunció una investigación judicial "independiente" sobre el caso, que ha indignado a las organizaciones de derechos humanos y suscitado un gran interés entre los medios.
"Las personas implicadas serán castigadas, y se hará justicia a cualquier precio para las familias afectadas", afirmó en un comunicado.
- ¿La punta visible del iceberg? -
Sin embargo, los abogados de las víctimas acusaron este lunes a la policía local de connivencia con los supuestos agresores, al imponer un toque de queda en la ciudad, detener "ilegalmente" a las víctimas y negarse a registrar sus denuncias ante la justicia.
Este caso constituye "el mayor escándalo de abusos cometidos contra niños en la historia de Pakistán", consideró el jefe de la Oficina de Protección a la Infancia del Punyab, Saba Sadiq. Y "probablemente, no es más que la punta visible del iceberg", denunció un editorial del diario Daily Times.
"Frecuentemente los niños son víctimas de abusos (sexuales) en las escuelas coránicas, en casa, y por parte de quienes los emplean por salarios de miseria. Esos niños y sus familias ocultan esos abusos sexuales porque es un tabú en Pakistán", añadió el diario.
Según varios testimonios, los culpables trataron de chantajear a los padres de las presuntas víctimas, amenazándolos con vender localmente los vídeo al módico precio de 40 rupias (30 céntimos de euro).
En un primer informe encargado la semana pasada por el gobierno provincial del Punyab a la policía, las autoridades locales negaron las alegaciones de abusos y las habían calificado de "infundadas".
"Se trata de un incidente ocurrido hace mucho tiempo y quienes pretenden hoy ser víctimas se aprovechan de esta historia para ajustar una disputa territorial", declaró a la AFP el jefe de la policía local, Shahzad Sultan.
Según su versión, un grupo de hombres filmaban escenas de actos sexuales entre jóvenes "con su consentimiento" para divertirse.
"Detuvimos a ocho personas. Los incidentes terminaron", zanjó.