La crisis financiera, que ha afectado mucho más a las economías del G7 que a los países emergentes, está acentuando el desplazamiento rápido del centro de gravedad de la economía mundial hacia estos, según un estudio de la consultora PWC publicado ayer.
Para 2050, el crecimiento anual medio del Producto Interno Bruto de los países emergentes debería alcanzar o incluso superar el 4 por ciento, mientras que el de los países desarrollados se situaría en menos del 2 por ciento, dice PricewaterhouseCoopers.
Para esa fecha, China será la primera potencia económica mundial, acompañada en los 10 primeros por India (3º. lugar), Brasil (4º. lugar), Rusia (6º. lugar), México (7º. lugar) e Indonesia (8º. lugar).
Estados Unidos será segundo, Japón quinto y Alemania y Francia estarán en el puesto nueve y diez, respectivamente, según esta proyección del Producto Interno Bruto con el poder de compra.
No obstante, "los países emergentes tendrán inmensos desafíos para mantener en el tiempo su fuerte crecimiento reciente", según el gabinete, que advierte en particular los déficits presupuestarios de India y Brasil, la dependencia de los hidrocarburos de Rusia y Nigeria, los riesgos de tensiones sociales en China o la fragilidad del marco financiero vietnamita.
Indonesia, Nigeria y Vietnam podrían "tener una avance espectacular", según el comunicado, que señala que el país africano estará a la cabeza de los índices de crecimiento en el periodo 2012-2050.