Hay muchas causas humanitarias que no solo por la legitimidad de su objetivo solidario, sino por la transparencia en la inversión de lo recaudado mediante los donativos, trascienden los años e incluso las décadas. Una de ellas es, precisamente, el tradicional Banquete del Millón, que se realizó anoche en la capital del país en su versión número 55, bajo el lema “Amor, justicia y equidad)”.
Como se sabe, todos los aportes a esta campaña son destinados a apoyar la construcción y remodelación de viviendas de personas de bajos recursos, su atención en programas sociales así como de crédito y capacitación. En solo el año pasado, se beneficiaron más de 70 mil casos de los ya descritos.
Liderado por muchos años por el recordado sacerdote Rafael García-Herreros, a su muerte la batuta del Banquete del Millón y de la Corporación el Minuto de Dios fue asumida por el padre Diego Jaramillo, quien ha ampliado el ámbito de beneficiarios de la causa humanitaria, manteniendo la máxima transparencia en las inversiones para financiar programas como Dame una casa, el Banco de Ropa o el Plan Padrinos, entre otros.
Debe reconocerse en todo el país la labor cumplida por esta organización y prueba de ello es que pese al alto número de convocatorias humanitarias y de solidaridad que semana tras semana se hacen en el país, la asistencia al Banquete del Millón se mantiene.