La tensión aumenta alrededor de Catar: Ya objeto de una investigación de la justicia suiza por la atribución del Mundial 2022, el emirato es ahora sospechoso de "corrupción privada" en la adjudicación de los derechos de los medios de comunicación de varios Mundiales, a través de BeIn Media, dirigido por Nasser Al-Khelaifi, también presidente del París Saint-Germain.
El ministerio público de la Confederación Suiza (MPC) anunció este jueves que el pasado 20 de marzo se abrió una investigación por "sospechas de corrupción privada, estafa, gestión desleal y falsificación de documentos", precisando que una operación "coordinada" fue llevada a cabo por varios países en este procedimiento.
Además de a Al-Khelaifi, la justicia suiza también abrió un proceso penal a Jerome Valcke, antiguo secretario general de la FIFA, ya suspendido diez años por otros casos de corrupción.
Horas después del anuncio de la justicia suiza, el grupo beIN Media envió una declaración a la AFP en la que "rechaza todas las acusaciones".
"El grupo colaborará plenamente con las autoridades y espera con interés la continuación de la investigación", añadió.
Valcke, antiguo brazo derecho del expresidente de la FIFA Sepp Blatter, también suspendido, declaró en en calidad de acusado. "Ninguna persona se encuentra detenida", precisó el ministerio helvético.
Registros en París
El francés dejó en libertad este jueves por la noche las oficinas del MPC en Berna tras "cuestionar la totalidad de las acusaciones", indicó su abogado a la AFP.
"M. Valcke abandonó las oficinas del MPC donde fue escuchado durante toda la jornada. Salió libre, sin ninguna medida de coerción en contra de su libertad ni pago de caución", añadió el letrado Stephane Ceccaldi.
La esposa de Valcke, que le acompañaba en Suiza, "también fue interrogada por los investigadores, pero en Lausana", señaló otra fuente judicial. La pareja viajará a Barcelona, donde vive, precisó Ceccaldi.
Una tercera persona, un empresario "activo en el campo de los derechos deportivos", también es acusado por la justicia suiza, que no ha comunicado su identidad.
Tras el anuncio de la apertura del proceso penal contra los tres, la justicia francesa tomó el relevo anunciando el registro de las oficinas en París de la cadena de televisión catarí BeInSports.
"Dos magistrados acompañados por varios investigadores de la Oficina Central de la lucha contra la corrupción y las infracciones financieras y fiscales (OCLCIFF) procedieron al registro de las oficinas parisinas de BeIN Sports Francia", indicó en un comunicado el ente público francés.
En colaboración con las autoridades competentes "de Francia, de Grecia, de Italia y de España, varios registros tuvieron lugar simultáneamente en diversos lugares", añadió el ministerio suizo.
Además de estar al frente de BeIn Media, Al Khelaifi preside el París Saint-Germain, que desde 2011 pertenece al fondo de inversión catarí QSI.
Prebendas ilícitas
Valcke está acusado de haber "aceptado prebendas ilícitas ligadas a la concesión de derechos de medios de comunicación en algunos países por parte de un empresario en los Mundiales de 2018, 2022, 2026 y 2030, y también por parte de Nasser Al-Khelaifi en los Mundiales de 2026 y 2030", añade el comunicado del organismo suizo.
Experiodista de Canal+, Valcke se hallaba en Suiza para declarar el miércoles en Lausana ante el Tribunal Arbitral del Deporte, donde recurrió su suspensión de 10 años infligida por la justicia interna de la FIFA por su implicación en la reventa de entradas del Mundial-2014.
Por estos hechos, el ministerio público suizo recordó que Valcke es objeto de otro proceso penal.
Valcke, un periodista que se vio ascendido con 47 años al segundo puesto más importante de la FIFA en 2007, ha vivido una caída tan rápida como su ascenso. Destituido en septiembre de 2015, acumula procedimientos de la justicia deportiva y civil en Suiza.
"Siempre realicé mi trabajo de la mejor manera posible y siempre privilegié los intereses de la FIFA. Aunque en un divorcio se pasa del amor al odio, no comprendo este odio", había declarado a la salida de la audiencia.
Este escándalo se enmarca en el vasto proceso de investigación a nivel mundial por el mayor escándalo de corrupción destapado en la historia de la FIFA.
En marzo de 2015, la justicia suiza abrió una investigación sobre las condiciones de atribución de los Mundiales 2018 y 2022, en Rusia y Catar, sobre las que pesan fuertes sospechas de corrupción, que derivó en la detención de siete altos responsables de la FIFA en un hotel de Zúrich la víspera del congreso de la instancia.