La mítica imagen de Nueva York y del “sueño americano”, (actualmente inalcanzable) para millones de inmigrantes, festejó sus 125 años, días antes de que sea nuevamente cerrada para trabajos de mantenimiento que se prevé durarán un año.
El monumento denominado "La libertad iluminando el mundo" fue ofrecido por Francia a Estados Unidos en señal de amistad en 1886 para celebrar, con diez años de retraso, el centenario de la declaración de la independencia estadounidense el 4 de julio de 1776.
Su inauguración tuvo lugar el 28 de octubre de 1886 en presencia del entonces presidente de Estados Unidos, Grover Cleveland.
Durante años, la estatua obra del escultor francés Auguste Bartholdi fue la primera imagen que tenían los millones de inmigrantes que llegaban en barco a Estados Unidos tras la larga travesía del Océano Atlántico.
Ayer, , 125 inmigrantes procedentes de más de 40 países fueron naturalizados estadounidenses en Liberty Island, la isla donde se erige la estatua, en la desembocadura del río Hudson al sur de Manhattan.
Durante la ceremonia oficial para celebrar el aniversario, que se abrirá con el himno estadounidense seguido de La Marsellesa, la actriz Sigourney Weaver leerá "The New Colossus" (El nuevo coloso), un poema de Emma Lazarus inscrito en parte en la base de la estatua.
Posteriormente, el secretario estadounidense de Interior, Ken Salazar, entregó un obsequio al cónsul general de Francia, Philippe Lalliot, para agradecerle el regalo recibido 125 años atrás.
Cinco cámaras recientemente instaladas en la antorcha fueron activadas permitiendo descubrir "vistas nuevas de Liberty Island y la bahía de Nueva York", según Stephen Briganti, presidente de la Fundación de la Estatua de la Libertad y del museo de la inmigración de Ellis Island.
Desde ahora, todo el mundo podrá ver esas imágenes en internet en el sitio de la Fundación o del servicio estadounidense de Parques Nacionales.
Un desfile náutico de una pequeña flotilla, integrada por embarcaciones comerciales, privadas y públicas, se acercó a saludar a la estatua, minutos previos al gran espectáculo de fuegos artificiales con que concluyó la jornada de recuerdo y homenaje.
La Estatua de la Libertad es una atracción turística visitada anualmente por varios millones de personas. El gigantesco e imponente monumento de la dama con la llama en una de sus manos, figura en la lista del patrimonio mundial de la Unesco.
Tras festejar sus 125 años, el monumento fue cerrado al púbico durante doce meses para comenzar un complejo y largo trabajo de mantenimiento.
La estatua ya había sido cerrada en 1984 para permitir una primera renovación antes de su centésimo aniversario.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 su acceso también quedó clausurado durante varios años.
A partir de hoy sólo podrá verse esta maravillosa imagen desde los lejos. Los turistas ya no podrán entrar a la ella y ascender los escalones que llevan hasta su corona, aunque podrán continuar visitando Liberty Island./EL NUEVO SIGLO – AFP