Canada Life se convirtió en la sexta firma financiera británica en suspender las operaciones de su fondo de inversiones inmobiliario para frenar la retirada de capitales por el Brexit.
La firma canadiense explicó su decisión por "la incertidumbre" de sus valores inmobiliarios y el "incremento reciente de las demandas de redención" tras la victoria de la salida británica de la Unión Europea en el referéndum del 23 de junio.
A Canada Life le precedieron Columbia Threadneed, Henderson Global Investors, M&G, Aviva Investors y Standard Life, que tomaron antes la misma decisión, en un contexto de fuerte caída de las acciones de las empresas inmobiliarias en la bolsa de Londres.
Los fondos suspendidos gestionan miles de millones de libras, y están siendo víctimas del temor a un frenazo en el sector del ladrillo tras años de gran expansión. sobre todo en Londres.
La demanda extranjera fue uno de los factores que explicaron este enorme crecimiento.
Nerviosismo en mercados
El nerviosismo era evidente hoy en las plazas financieras mundiales, empezando por las bolsas europeas, que caían ante los primeros efectos visibles del Brexit.
"La visibilidad es nula y no sabemos a qué agarrarnos", destaca dando el tono Xavier de Villepion, un vendedor de acciones de la firma HPC.
La libra esterlina cayó por debajo del umbral simbólico de los 1,30 dólares este miércoles, cotizando a 1,2798 USD hacia las 02H00 GMT, su nivel más bajo desde mitad de 1985.
A media jornada, hacia las 10H30 GMT, las bolsas de París, Fráncfort, Madrid y Milán perdían más de un 2%. Londres se dejaba un 0,71%. Tokio cerró con una pérdida de 1,85%.
Y es que los primeros efectos económicos del voto de los británicos a favor de abandonar la UE empiezan a hacerse sentir.
El lunes y el martes, tres fondos inmobiliarios británicos suspendieron su actividad ante el gran número de solicitudes de retiro de inversores inquietos.
"Los inversores están ahora al acecho del próximo fondo que pudiera cerrar", destaca Andrew Edwards, de ETX Capital.
El crecimiento del sector servicios, preponderante en el Renio Unido, se ralentizó con fuerza en junio, según datos compilados antes y después del histórico referendo del 23 de junio.
Y Mark Carney, el gobernador del Banco de Inglaterra, incitó el martes a los bancos a conceder créditos con más generosidad para evitarle al país una posible recesión.
En un primer momento, los mercados financieros parecían haber encajado bien el impacto del referendo, en el que esperaban otro resultado. Pero ahora, empiezan a aparecer las fisuras.
"Justo cuando pensábamos haber vuelto a aguas más tranquilas, la libra se ve golpeada", constata Stephen Innes, trader de OANDA Asia Pacific.
La libra es "el barómetro del estado de ánimo de los mercados después del Brexit", apunta Edwards.
Según él, la moneda británica "está acusando el estrés del mercado, al contrario que el FTSE 100", el principal índice bursátil de Londres, que "se mantiene sólido porque cerca del 75% de sus beneficios" se obtienen fuera del Reino Unido, explica.
Una "carnicería" con los bonos-
Ante las pérdidas en bolsa, los inversores buscan frenéticamente valores seguros, como el yen o los bonos japoneses, norteamericanos o alemanes, lo que mecánicamente provoca una caída de los intereses de estos títulos tan demandados.
"El término es fuerte, pero corresponde exactamente a lo que está sucediendo con los rendimientos de los bonos soberanos: una carnicería", destaca sin más rodeos John Plassard, director adjunto de la casa de corretaje Mirabaud securities.
El rendimiento del bono más codiciado, el alemán a diez años, cayó en territorio negativo a niveles inéditos, a -0,205%, lo que significa que los compradores pagan por ese valor, en lugar de cobrar intereses.
Este miércoles, el rendimiento de la obligación estadounidense a 10 años, en territorio positivo, tocó un mínimo histórico a 1,318%, mientras que el interés de la obligación japonesa a 20 años pasó por primera vez a ser negativo.