Oreja para Hermoso, detalles de Perera | El Nuevo Siglo
Foto cortesía Andrés Rivera
Domingo, 29 de Enero de 2017
Andrés Rivera

Llegar a la Santamaría era una odisea: calles cerradas, anillos de seguridad y más de 3.000 efectivos policiales. Tanto así que el inicio de la corrida en la que se lidiaron toros de Las Ventas del Espíritu Santo, propiedad de César Rincón, se tuvo que posponer varios minutos.

Los aficionados que colmaron casi tres cuartos de plaza, disfrutaron del toreo a caballo de Pablo Hermoso de Mendoza, quien se llevó la única oreja del festejo, pero los detalles y el temple de Miguel Ángel Perera marcaron la jornada. Por su parte, Manuel Libardo, torero de Ubaté, no logró acoplarse del todo a su lote y aunque se notó su esfuerzo y voluntad, el respetable silenció su labor.

 

Los caballos de Pablo Hermoso enamoran. Eso hicieron en Bogotá. Eso hizo ‘Disparate’. En el sexto toro de la tarde, que le brindó a la policía agradeciéndoles por proteger la integridad de los taurinos, su cuadrilla se lució ante ‘Bochinchero’. El espectáculo de siempre: ‘gamerinas’ o ‘hermosinas’, temple equino, banderillas largas y cortas. Medio rejón en el primer intento y un segundo fulminante fue suficiente para que la mayoría de la plaza ondeara sus pañuelos y el presidente concediera el premio.

 

En su primer toro, tercero del domingo, el rejón de muerte, ese que lo ha alejado de las puertas grandes de las principales ferias colombianas esta temporada, volvió a fallar. Quizás, con más tino, el caballero navarro hubiese salido a hombros.

 

En esta corrida mixta, la labor de a pie de Miguel Ángel Perera fue más que destacable: los delantales a pies juntos con los que paró a ‘Negro’, de 480kg, sacaron esos olés tan profundos y únicos que hacen de la Santamaría una plaza con duende. Además, el remate con una media verónica lenta, honda, en el medio del ruedo, cautivó del todo a los espectadores. En la muleta el torero se impuso al astado: lo llevó por el pitón derecho sin bajar mucho la mano, consintiéndolo. Dos pinchazos y una estocada algo trasera echaron por la borda su labor. Pero ya la gente estaba con él y se vio obligado a saludar desde el tercio con una atronadora ovación.

 

En su segundo toro, quinto del festejo, Perera fue todo voluntad. Aunque el toro iba, lo hacía con poca emoción. Fue ahí donde se impuso el hombre a la fiera y, a punta de entrega, los tendidos se rindieron. Pero era una tarde de pinchazos. Dos intentos fallidos con la espada, disculpas hacia los tendidos y tarde en blanco.

 

Manuel Libardo, quien abrió cartel (Hermoso lidió tercero y sexto), tuvo una lidia correcta con el toro ‘Airoso’, de 476kg. Mostró técnica el diestro, el toro colaboró, pero no hubo chispa, faltó transmisión. Al final, con unas ‘bernadinas’ ajustadas, el público se prendió un poco. Dos pinchazos y una estocada fueron el desenlace.

 

El toro de la tarde, a juzgar por los aplausos de entrada y de despedida, fue Introvertido. Un castaño de 517kg, encastado, con mucha transmisión. No se puede decir que Libardo no lo puso todo de su parte, pero la plaza se inclinó, al final, por el lado del astado de Las Ventas del Espíritu Santo. Hubo buenos pases por ambos pitones. Y de nuevo esa espada negada, con otros dos pinchazos, mandó todo al traste. Silencio para el torero, aplausos para el toro.

 

La del domingo 29 de enero de 2017 no pasará a la historia como una extraordinaria corrida de toros desde el resultado, pero sí podría ser una de las más recordadas en los anales a la espera del fallo de la Corte Constitucional que podría cambiar, para siempre, la suerte de la tauromaquia en Colombia. Si no sucede nada extraordinario, el 4 de febrero habrá novillada con novillos de Ambaló y el domingo 5 una corrida con toros de la mítica ganadería de Mondoñedo, el hierro más antiguo del país.