El emisario de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan, quien intenta negociar un cese de la violencia en Siria, dijo ser “optimista”, pese a concluir su misión en este país sin llegar a un acuerdo con el presidente sirio Bashar al Asad.
“Va a ser duro, va a ser difícil, pero tenemos que tener esperanzas. Soy optimista”, dijo Annan.
Asad recibió ayer por segunda vez a Annan, quien le hizo “una serie de propuestas concretas” que tendrán un “impacto real” sobre la situación en Siria “y ayudarán a lanzar un proceso que ponga fin a esta crisis”, indicó Annan a la prensa.
Annan ya se había entrevistado el sábado con Asad, e hizo entonces una serie de propuestas para poner fin a los enfrentamientos, permitir un acceso de la ayuda humanitaria, liberar a presos e iniciar un diálogo con la oposición.
El régimen de Asad se enfrenta desde hace un año a una revuelta popular duramente reprimida que ha dejado según la ONU más de 7.500 muertos.
Por lo menos 34 personas murieron ayer víctimas de la violencia en Siria, especialmente en las provincias de Idleb (noroeste) y Damasco, así como en la ciudad de Hama (centro), según una ONG siria.
Entre los muertos hay 15 civiles, 14 militares y cinco rebeldes, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña, que da cuenta de violentos combates en la provincia rebelde de Idleb, escenario desde el viernes pasado de una mortífera ofensiva del ejército.
El ejército sirio había tomado por asalto en la noche del sábado la ciudad rebelde de Idleb al cabo de un violento bombardeo, a pesar de la presencia en Damasco de Annan, quien expresó su “profunda preocupación” por la represión a la revuelta popular.
Según el OSDH, en la mañana de ayer, las fuerzas leales a Asad lanzaron una ofensiva contra otra zona de la provincia de Idleb.
Desde hace varios días, las tropas del régimen se concentraban en esta provincia montañosa y fronteriza con Turquía, tal como ocurrió antes de la ofensiva de las tropas regulares contra Baba Amr, el barrio rebelde de Homs (centro), tomado el 1 de marzo al cabo de un mes de sitio.
Militantes opositores anunciaron en la noche del sábado la toma de Idleb (noroeste), sitiada desde hace días por el ejército, luego de que el presidente Asad excluyera, ante Annan, toda solución política a la crisis mientras sigan actuando “grupos terroristas”, en alusión a los opositores.
El enviado se reunió además con opositores en Damasco que exigieron “signos de buena voluntad” del régimen, en particular el compromiso de poner fin a la violencia, antes de iniciar un diálogo y una transición política.
“No se puede hablar de proceso político antes de que haya un alto el fuego (...), se libere a los presos políticos y se retiren las tropas de ciudades y pueblos”, dijo uno de ellos, Abdel Aziz al Jeir.
Según Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, la misión de Annan, respaldada por las potencias occidentales y Rusia, tiene como prioridad “un alto el fuego inmediato”, hallar una “solución política global” y negociar “una ayuda humanitaria”.