El líder de la oposición siria, Ahmed Moaz al Jatib, llamó al régimen de Bashar al Asad a aceptar su invitación al diálogo, para poner fin a un conflicto que ha causado más de 60.000 muertos en casi dos años.
En una entrevista con la cadena catarí Al Jazeera, el jefe de la coalición opositora dijo que está dispuesto a "tender la mano" al régimen si acepta sentarse en la mesa de negociaciones, para acordar una transición política en el país.
Poco después, Jatib dijo expresamente que quiere dialogar con el vicepresidente sirio Faruq al Shareh.
"Desde el comienzo de la crisis, el señor Shareh ve que las cosas no van bien. El hecho de que forme parte del régimen no significa que nosotros no aceptemos hablar con él. Si el régimen acepta la idea (del diálogo), le pido que delegue en Faruk Shareh para que hablemos con él", afirmó Jatib a la cadena satelital en lengua árabe Al Arabiya.
Empleando en la entrevista con Al Jazeera un lenguaje más suave que el de la oposición, que suele calificar de "asesino" al presidente sirio, Jatib invitó a Asad a ahorrarle sufrimiento al país.
"Yo le digo a Bashar al Asad: 'mira en los ojos de tus hijos e intenta encontrar una solución'. Entonces nos ayudaremos unos a otros, por el interés del pueblo", dijo Jatib.
"Yo le digo al régimen que ponga fin a esta actitud arrogante y condescendiente hacia el pueblo. Doctor Bashar, este país afronta un grave peligro, deja de estar en tu burbuja, aunque sólo sea un momento, mira en los ojos de tus hijos y recuperarás una parte de tu humanidad", dijo también.
Jatib sorprendió la semana pasada al proponer un diálogo, bajo condiciones, con representantes del régimen sirio. La iniciativa, no obstante, ha suscitado muchas reservas entre los opositores.
"La pelota está ahora del lado del régimen (...) que debe decir sí o no. Nosotros tenderemos la mano por el interés del pueblo y para ayudar al régimen a irse en paz", dijo el jefe de la coalición a la cadena Al Jazeera.
Respondiendo a quienes lo critican, dijo que se niega a que "aquellos que hablan de negociar sean acusados de traición". "Nuestro pueblo está muriendo y no lo permitiremos", remachó.
La voluntad de diálogo de Jatib, un giro en la actitud de la oposición, fue saludada por los dos principales aliados de Damasco, Rusia e Irán. Los cancilleres de ambos países se reunieron con el líder de la coalición opositora el pasado fin de semana en Alemania, y prometieron mantener contactos "regulares".
Irán amenaza a Israel
En paralelo, Teherán no ha dejado de manifestar su apoyo a su aliado sirio, sobre todo tras el ataque israelí del 30 de enero contra un complejo militar cerca de Damasco.
"La entidad sionista lamentará su agresión contra Siria", aseguró el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Said Jalili, en visita desde el sábado en Damasco, donde se reunió con Asad.
El funcionario advirtió que Irán "echará mano de todas sus relaciones (...) para apoyar a Siria contra el enemigo sionista".
El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, reconoció implícitamente el domingo que su país efectuó el ataque.
Barak explicó que Israel no permitirá que se transfieran armas desde Siria al movimiento chiita libanés Hezbolá, aliado de Damasco y enemigo jurado del Estado hebreo.
Según informaciones publicadas el domingo por el diario estadounidense New York Times, el ataque aéreo podría haber dañado el principal centro sirio de investigación sobre armas biológicas y químicas.
Sobre el terreno, la aviación del gobierno sirio atacó este lunes los alrededores de la ciudad rebelde de Duma (sur), matando a siete civiles, entre ellos seis niños, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
También hubo combates en los campos petroleros de la provincia de Hassake (norte). La aviación bombardeó Talbisse y un barrio del suroeste de Homs (centro), según la misma fuente.
Según un balance de esta ONG opositora, al menos 40 personas han muerto este lunes, entre ellas 24 civiles. El domingo perecieron 178.