Oposición siria determinada a derrocar el régimen de Al Asad | El Nuevo Siglo
Lunes, 17 de Septiembre de 2012

Los rebeldes sirios reafirmaron su voluntad de derrocar el régimen del presidente Bashar al Asad, y se mostraron pesimistas respecto a la reciente misión del mediador internacional Lakhdar Brahimi, que este lunes debe presentar un informe ante la Liga Árabe.

 

Al cabo de una misión de cuatro días en Damasco que consideró "extremadamente difícil", el mediador rendirá cuentas este lunes ante el organismo panárabe de sus entrevistas con el presidente Asad y los líderes de la rebelión.

 

El diplomático argelino participará también en El Cairo en la primera reunión del "Grupo de contacto" cuatripartito sobre Siria (Irán, Egipto, Turquía y Arabia Saudita).

De momento, los insurgentes dijeron que su misión estaba abocada al fracaso dada la violencia incesante y el bloqueo en el Consejo de Seguridad de la ONU, dividido e incapaz de adaptar una resolución contra el régimen de Damasco.

 

Ante el aumento en "número, ritmo e intensidad" de los abusos en Siria, el presidente de la comisión de investigación de la ONU sobre ese país, Sergio Paulo Pinheiro, recomendó que el Consejo de Seguridad de la ONU tome "medidas apropiadas".

En un informe presentado este lunes ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el experto brasileño destacó "la gravedad de las violaciones, abusos y crímenes perpetrados por las fuerzas gubernamentales y los (milicianos) Shabiha, y por grupos antigubernamentales".

 

Francia consideró que este informe es "abrumador" para el régimen y "reúne suficientes elementos para establecer que el régimen sirio o sus milicias han cometido crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra a gran escala".

Según expertos de la ONU, se ha establecido ya una lista confidencial de responsables, lo que sería la primera etapa antes de la apertura de eventuales procesos internacionales.

 

En Alepo "se ha perdido la cuenta de los entierros"

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Sobre el terreno, la espiral de violencia continúa y este lunes murieron ya 23 personas, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). El domingo fallecieron 148 personas en el conflicto, entre ellas 101 civiles.

 

En Alepo (norte) hubo combates alrededor de edificios de los servicios de inteligencia de la Aviación y de un centro de investigación. Por la noche se reanudaron también los combates en el barrio estratégico de Midan, según el OSDH y habitantes.

Abu Abdo, un escultor de piedras funerarias que perdió a su mujer y sus cuatro hijos en un bombardeo, cuenta que "se ha perdido la cuenta de los entierros, y la gente de Alepo no tiene con qué pagar los funerales".

 

Pese a la violencia, la prensa oficial anunció que el domingo iniciaron el curso escolar "más de cinco millones de alumnos". No obstante, UNICEF asegura que más de 2.000 centros escolares han sido destruidos o dañados durante el conflicto, y centenas más se están empleando para albergar a desplazados.

Los rebeldes se mantienen firmes

El domingo, un dirigente rebelde descartó toda posibilidad de diálogo con el gobierno, diciendo a la AFP que la misión del mediador Lakhdar Brahimi estaba condenada a fracasar y que un régimen que "dirige el país por la fuerza (...) sólo puede ser derrocado por la fuerza".

 

El jefe del Estado Mayor estadounidense, el general Martin Dempsey, habló este lunes del conflicto sirio con los responsables militares turcos en Ankara, después de que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, criticara la inacción de Washington frente a esta crisis que se desarrolla a las puertas de Turquía.

Por otro lado, Irán, aliado de Damasco, reconoció por primera vez la presencia en Siria y Líbano de miembros de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del régimen. Teherán aseguró no obstante que se trata de "consejeros" y no de una presencia militar.

 

Cosa inédita, Beirut reclamó este lunes a Irán de forma oficial que se explique al respecto. Teherán es el padrino del poderoso partido chiita Hezbolá, un movimiento creado por los "Pasdaran" en 1982 y actualmente integrante del gobierno libanés.