Con la disminución de 1% en las tasas de interés de referencia, la Junta Directiva del Banco de la República, se puso a tono con los pedidos de gremios, mercados y hasta del propio Gobierno de aliviar su política monetaria para reactivar el consumo y la demanda de productos por parte de los colombianos.
La tasa que ahora está en 12,25%, sin duda va dirigida a mover la reactivación de la economía que en este comienzo de año no da muestras de un destacado comportamiento.
Sin embargo, como bien lo advierte un informe del Emisor, “los riesgos no desparecen en el período de descenso de la tasa de interés”, por lo que aduce que estas disminuciones serán con cautela.
No existe duda que los recortes de la tasa de interés de política requieren una evaluación detallada del comportamiento de la inflación y de sus expectativas; del crecimiento económico y, de otras variables clave que afectan la estabilidad macroeconómica.
De allí que se comprenden las razones de la Junta Directiva con los recortes de 25 puntos básicos en cada una de las sesiones de la Junta de diciembre y enero, y de 50 puntos en su sesión de marzo. Con ello, la tasa de interés de política pasó de 13,25 % en noviembre, a 12,25 %, como parte de un proceso de relajamiento de la política monetaria que según los miembros de la Junta podría continuar.
Entre los argumentos de los directivos destacan que un primer hecho que incidió en esta decisión fue el descenso de la inflación total a partir del segundo trimestre de 2023. Luego de que la inflación alcanzara un pico de 13,3 % anual en marzo de 2023, esta adquirió una senda decreciente que se mantuvo sin interrupción durante el resto del año. De esta forma, al cierre de 2023 la tasa de inflación anual en Colombia fue de 9,3 %, regresando a terreno de un dígito, después de 17 meses de permanecer por encima del 10 %. Esta tendencia se acentuó en enero y febrero de 2024, al registrarse inflaciones anuales de 8,4 % y de 7,7 % respectivamente.
Una segunda variable que influyó en la decisión reciente de la autoridad monetaria es el comportamiento de las expectativas de inflación. Y, por último, el comportamiento del producto interno bruto (PIB) es otra variable que juega un papel fundamental en las decisiones de política monetaria.